El negocio de los carros no volverá a ser el mismo
miércoles, 2 de agosto de 2023
Que en un mercado de carros como el local solo se vendan unas 13.000 unidades al mes sugiere que hay un cambio acelerado y que la tasa de progreso está a la vuelta de la esquina
Editorial
Si se comparan las ventas de carros de julio del año pasado con las del mismo mes de este 2023, se advierte que la caída en unidades vendidas es 44%, los concesionarios solo lograron poner en la calle 13.091 unidades, muy pocas para un mercado que puede absorber unos 500.000 carros, pero que se resigna a tener la meta mega de 300.000, y que no llega ni a 200.000 como van las cosas.
Son varias las explicaciones razonables de esta situación: la primera es el “efecto motocicleta”, es elocuente que Colombia se convirtió en territorio de dos ruedas y que este año se puede llegar a un millón de unidades vendidas, y es simple, los eternos trancones están bajando a usuarios de los carros para pasarlos a las motos, especialmente en ciudades de clima caliente; no solo es un vehículo más barato, más ágil, sino que acarrea menos costos anuales que uno de cuatro ruedas.
La segunda razón de la caída en las ventas de carros nuevos es el costo asociado a las altas tasas de interés del sistema financiero; cuando un cuentahabiente busca un banco para que le preste para comprar un carro nuevo las tasas van entre 12% y 25%, si el tiempo de amortización es de 3 a 5 años, cuando quiere financiación a más tiempo puede estabilizarse en 20%, en promedio; con una inflación de 12%, no es muy buen negocio y el dinero termina siendo muy costoso, máxime si se suman otros costos como seguros, Soat, impuestos, parqueaderos, gasolina y otros imprevistos.
El tercer elemento que gravita en la baja venta de carros es el auge del mercado del usado, que en los últimos dos meses han bajado de precio, pues ya hay bastante oferta de nuevos en los concesionarios, y el segundazo, escaso y caro durante la pandemia, ha empezado a caer, especialmente las camionetas gastonas de combustible y mantenimiento.
Es decir, hay nuevos, los de segunda están baratos, por ende, el consumidor se inclina por uno viejo que le resuelva la movilidad. Una cuarta razón es el “dilema del combustible”. Esta es la irremediable masificación de los vehículos eléctricos, con unos de transición llamados híbridos, que ya no son tan caros como hace dos años.
Eso se observa en la publicidad del mercado automotor: mucha sostenibilidad, ambiente y precio, no tanto costo y forma de vida, tal como era antes. Todas las grandes marcas ya le pusieron fecha a la suspensión de fabricación de carros a gasolina y diésel, lo que es una tácita acta de defunción de los vehículos tanqueados con combustibles fósiles; el consumidor es hábil y se ha dado cuenta de que decidirse por uno nuevo de gasolina es casi destruir capital, quemar dinero; y una quinta razón de la baja venta de vehículos es que a los jóvenes, menores de 25 y 30 años, andar en coche, tener carro no es algo que les apasione, pues las plataformas digitales de transporte les revuelven un problema de movilidad de una manera amigable y barata, solución a la que no tenían alcance sus padres.
Entre un celular de alta generación y un carro de combate para ir por la ciudad, los más jóvenes seguro prefieren un móvil de alta gama que los mantenga conectados con su entorno social. Colombia está llena de cambios acelerados en la política, en lo social y lo económico, las nuevas tecnologías avanzan a un ritmo exponencial, y ningún sector está postrado en el camino, el mercado automotor puede ser el que más está experimentando renovación.