Editorial

El petróleo es, y seguirá siendo, fundamental

El contexto global obliga a que Colombia ponga el acelerador en optimizar su sector petrolero para no dejar ir un largo periodo de buenos precios que reforzaría los ingresos

Editorial

Por cada dólar que sube el barril de petróleo, a los ingresos del fisco nacional le representan unos $350.000 millones en fuentes como impuesto a la renta de las empresas del sector, regalías y dividendos de Ecopetrol. Es la forma más elemental de ver lo bueno que es para Colombia que los precios del barril de Brent y WTI estén por encima del fijado en el presupuesto oficial. Por ahora, es irracional pelear contra uno de los sectores económicos que más le aportan a la economía; no podemos olvidar que de cada $100 del presupuesto nacional casi $60 provienen de la extracción de crudo y venta en los mercados internacionales. Por mala suerte, para no decir desgracia de los países importadores de petróleo, la prospectiva económica dicta que este 2019 cerrará con un barril muy por encima de US$60 para el WTI y de $69 para el Brent como consecuencia de la tensión bélica que se ha posado sobre Arabia Saudita, uno de los mayores exportadores de crudo, luego del ataque con drones a las refinerías de Aramco. El cruce de amenazas verbales entre Estados Unidos e Israel en contra de Irán, ha hecho que las expectativas de precios estén revisándose al alza, situación que se va a mantener un par de años más.

El contexto internacional obliga a que el Ministerio de Minas -a través de la Agencia Nacional de Hidrocarburos- recalculen su estrategia de exploración, extracción y exportación de petróleo para los próximos años. Todo parece indicar -por ahora- que se avecina una buena época para el sector representada en altos precios. Venezuela aún no recupera el nivel de producción histórico y hoy Colombia sobrepasa los barriles producidos a diario: Venezuela menos de 800.000 y Colombia muy cerca de 900.000. El problema para el país es que las reservas probadas se han disminuido drásticamente y que durante los últimos cinco años los taladros estuvieron parados; situación que ha cambiado y bien ha interpretado la autoridad energética al sacar 59 zonas para ser subastadas ante más de 70 empresas multinacionales interesadas.

Hay que acelerar a fondo el proceso de reactivación petrolera que garanticen el desarrollo del sector. No existe sector económico que pueda alcanzar o superar esta contribución económica al país. Por tanto, el nuevo paquete de bloques petroleros que ha ofrecido la Agencia Nacional de Hidrocarburos es una jugada oportuna dentro del proceso permanente de asignación de áreas. Son cinco bloques costa afuera (offshore) mientras que los 54 restantes están en zona continental (onshore). Es de destacar que 13 de esas áreas tienen vocación de gas, otro de los combustibles neurálgicos para el país. Todo el proceso de subasta está controlado por el Procedimiento de Coordinación y Concurrencia Nación-Territorio, uno de los mecanismos ordenados por la Corte Constitucional para garantizar que las autoridades regionales, las comunidades y las empresas operadoras puedan trabajar mancomunadamente. Todo el cronograma está corriendo y el próximo 25 de noviembre se sabrán las contraofertas y a partir del 3 de diciembre se hará la firma de contratos. El petróleo es, y seguirá siendo fundamental para la economía colombiana, el gran propósito debe ser es aunar esfuerzos y hacer que la explotación sea ambientalmente sostenible y monitoreada por la Contraloría para que no se dilapiden los recursos.

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