El PIB regional y las medallas no van de la mano
sábado, 30 de noviembre de 2019
Bogotá es una cuarta parte de la economía, pero su desempeño deportivo no es consecuente con su importante poder económico, Valle del Cauca y Antioquia lo superan con creces
Editorial
Mañana se clausuran los Juegos Deportivos Nacionales, la cita más importante del ciclo olímpico local que no solo pulsa el poder deportivo entre los diferentes departamentos, sino que es una suerte de preselección de los mejores deportistas para los próximos Juegos Olímpicos que se realizarán entre viernes 24 de julio y el domingo 9 de agosto del próximo año en Japón, pues estas competencias son puntuables -según las marcas- para esa efemérides global que paraliza el mundo del entretenimiento.
Colombia ha ido mejorando notablemente cada cuatro años y eso se debe al ciclo olímpico que bien ha manejado el Comité Olímpico Internacional y el viejo Coldeportes, hoy Ministerio del Deporte. Nuestro país ha participado en 19 ocasiones, casi de manera continua desde Los Ángeles 1932 con excepción de los Helsinki 1952. De las tres primeras medallas conseguidas (una de plata y dos de cobre) en Múnich 1972, se ha evolucionado hasta las ocho de Río de Janeiro 2016, de las cuales tres fueron de oro, sin duda la mejor participación, que se espera sea superada en el próximo verano en Tokio.
Para lograrlo, los Juegos Deportivo Nacionales que concluyen en Cartagena son fundamentales porque impulsa a los deportistas del futuro y obliga a los consagrados -con supo a Tokio- a enfrentarse con quienes van en ascenso. Nuevamente, el cabeza a cabeza de la medallería está entre los representantes de los departamentos del Valle del Cauca con los de Antioquia, en una guerra deportiva que demuestra que la participación en el PIB nada tiene que ver con el deporte; una hipótesis que bien se puede comprobar si se hace el ejercicio en los juegos Olímpicos o Panamericanos. En el caso local, Bogotá, que aporta la cuarta parte del Producto Interno, sus resultados no son los mejores muy a pesar de contar con excelentes instalaciones deportivas y ser la sede de las autoridades olímpicas. Hay que recordar que el Distrito Capital le aporta a a economía $26 de cada $100; mientras que Antioquia lo hace con $13 y Valle del Cauca con $10; es decir, ni sumando Cali con Medellín se logra la cantidad de la Capital, pero eso no se ve en los resultados deportivos en los que la Capital cae hasta el tercer lugar.
Valle del Cauca arrastra un grueso de deportistas del Cauca y Antioquia muchos de Córdoba y Chocó, pues ambos departamentos estimulan el llamado ciclo deportivo y ofrecen beneficios para los deportistas de elite. En Bogotá también sucede lo mismo con muchos deportistas de distintas regiones de Colombia, pero sus resultados aún están por llegar. El punto crucial es tratar de que haya un encuentro entre inversión en la formación deportiva y resultados; de lejos el dinero invertido en Bogotá es mucho más alto que el de los demás departamentos. Algo está pasando y hay que revisar la inversión en el proceso olímpico para superar en Tokio esas ocho medallas conseguidas en los dos últimos juegos. Mucho de las llamadas industrias creativas tiene que ver con el deporte, actividades rotuladas como “economía naranja” de las cuales se espera mucho en este cuatrienio. El Ministerio del Deporte es una apuesta para lograr mejores resultados y cohesionar más a las ligas y federaciones, pero aún no se conoce cuál es la estructura del deporte colombiano ni cuál es la hoja de ruta en términos de meta-mega para la próxima década.