Editorial

El sueño de 65 campesinos

<p>Colanta es un exitoso caso empresarial del presente que mucho tiene por enseñarle al país y al sector cooperativo</p>

Colanta es una empresa cooperativa agroindustrial de 6.000 asociados y 50.000 empleados, fundada en 1964 por un grupo de 65 pequeños productores de leche que le apostaron a hacer empresa, partiendo de la base de unir los esfuerzos para sumar y así tener un pedazo en el mercado antioqueño. Jenaro Pérez Gutiérrez llegó a dirigir ese sueño emprendedor en 1973, en ese entonces la empresa solo compraba 5.000 litros de leche diarios, hoy, 43 años después, acopia más de 2,5 millones de litros diarios en casi todos los departamentos del país y llega a mercados internacionales con una gran variedad de productos. Le compite de tu a tu a grandes multinacionales y a exitosas compañías nacionales multilatinas. Su modelo de negocio es un verdadero caso de éxito que bien debe ser estudiado para replicarlo en las regiones productoras de leche.

Además de lácteos, tiene a Frigocolanta en donde reciben más de 200 cabezas de ganado a diario; cuenta con plantas de cárnicos y de quesos, emprendimientos a los que se suma una factoría de queso parmesano que abrirá próximamente en Belmira, un pequeño municipio antioqueño. Pérez Gutiérrez, médico veterinario de profesión, no solo le cambió el nombre a la cooperativa: de Coolechera a Colanta (Cooperativa Lechera de Antioquia), sino que le dio fuerza al cooperativismo agropecuario, sobre todo en el deprimido sector lechero. No se quedó comprando y vendiendo leche, como tradicionalmente ha sucedido con estas iniciativas en el campo, sino que empezó a darle valor agregado, principal paso de la innovación. Este empresario antioqueño demostró que con el modelo del cooperativismo también se pueden consolidar empresas exitosas.

A partir de  un crédito otorgado por Corfiagro, tomó la decisión de montar la planta procesadora de leche que fue el despegue de la cooperativa. Colanta es la principal cooperativa de productos lácteos en el país y uno de los principales jugadores en el mercado agropecuario, y Pérez Gutiérrez se ha convertido en uno de los defensores del cooperativismo como fuente de solución a los problemas de inversión en el sector agropecuario. Mucho tiene que enseñarle Colanta a los empresarios del campo en tiempos de posconflicto, pero la principal lección tiene que ver con dos cosas: la primera, la constancia; y la segunda, la confianza de los asociados.

Colombia se enfrenta a un momento histórico de grandeza económica en donde la guerrilla dejará de ser el motivo para no llevar inversiones al campo, y es allí en donde el cooperativismo y la asociatividad jugarán un papel determinante en los proyectos productivos. Por todo esto, su gran papel, su constancia y mucho trabajo en pro de los campesinos, Jenaro Pérez es el Empresario del Año.