Editorial

El think tank que Bogotá necesitaba

<p>La Capital estaba en mora de crear un depósito de pensamiento, un comité de expertos o sabios que diera línea en Bogotá.</p>

El objetivo de ProBogotá es claro: la Capital necesita una visión privada que impulse estrategias de desarrollo y progreso sin matices políticos ni empresariales. En Nueva York existe por ejemplo, el Partnership for New York City, un think tank (tanque de pensamiento) que vela por los intereses de la gran ciudad, trascendiendo gobernantes, coyunturas y sucesos. Y sin ir más lejos en ciudades colombianas como Medellín y Barranquilla existen de tiempo atrás alianzas en las que participan empresas, universidades y gobiernos para fomentar el desarrollo, la competitividad, la innovación y el empleo.

En nuestro medio es bastante difundida la expresión think tank para hacer referencia a grupos de personas reputadas que unen esfuerzos para trabajar en pro de buenas causas de índole metropolitanas. En Colombia se definen como centros de pensamiento o laboratorios de ideas que han ayudado a que exista una entidad sin ánimo de lucro y bien intencionada, que se preocupe por las ciudades que en el sentido amplio no tienen dueños ni dolientes. ProBogotá nace con un estatus legal de institución privada que promoverá políticas públicas o fortalecerá espacios de diálogo y debate en función de la Capital de todos los colombianos.

Es muy común, casi cotidiano, que quienes viven en Bogotá se ocupen de criticar y derramar culpas a diestra y siniestra de por qué no funcionan las cosas, pero nadie hace nada por corregir esas malas situaciones, incluso solo ven en las elecciones a la Alcaldía o la Presidencia como una suerte de venganza contra los gobernantes. Pero hay asuntos como la movilidad, la infraestructura, la seguridad o la educación que por lo general no tienen una paternidad, dejándole toda la faena a los gobernantes.

Dicen sus promotores que ProBogotá es una organización que busca convertirse en el nuevo espacio para la discusión de proyectos estratégicos para la ciudad y en el punto de encuentro para diseñar el futuro. Un objetivo altruista que debe funcionar y que tiene que contar con el concurso de todas las empresas que tienen negocios en la Capital y que generan sus ventas y utilidades de este gran mercado. No está tampoco demás hacer un llamado a las universidades para que con sus departamentos de investigación se vinculen a esta iniciativa que por ahora tiene en la cabeza a empresarios emblemáticos y notorios de la talla de José Alejandro Cortés, Eduardo Pacheco y Pedro Navas, entre otros, personajes no menos importantes.

La naciente ProBogotá debe crecer con velocidad,  actuar rápido, moverse en consonancia de los sucesos y empezar a trabajar para mostrar logros transformadores en todos los ámbitos sociales, económicos y culturales