Editorial

¿Es el ébola una pandemia globalizada?

<p>Una Pandemia es una epidemia que se extiende a muchos países &nbsp;y ataca a casi todos los individuos de una región.&nbsp;</p>

En términos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se le llama pandemia a la propagación internacional de una nueva enfermedad, tal como está ocurriendo con el ébola desde hace varios meses. Este virus causa en el ser humano la antigua fiebre hemorrágica del ébola, nombre dado por su origen en las riberas de un río de Congo en África central. La tasa de letalidad de la enfermedad puede llegar a 90% y ahora es noticia global porque pasó de ser un brote típico de aldeas selváticas remotas del continente negro, a un drama diario en los aeropuertos de las grandes ciudades de occidente. El virus se transmite al ser humano por animales y se propaga en las poblaciones urbanas por contacto físico. Lo peor es que aún no hay tratamiento específico ni vacuna para las personas ni los animales.

Pero lo más cavilante desde una perspectiva humanística no son las víctimas ni la estela de muerte que deja a su paso por países de todos los continentes. Lo preocupante, más que triste, es que al letal virus solo se le puso atención cuando llegó a Europa o Estados Unidos. Los ya millares de muertos e infectados en países como la República Democrático del Congo, Uganda, Sudán, Gabón o Costa de Marfil, nunca le preocuparon ni preocupan a las autoridades mundiales de la Organización Mundial de la Salud, tuvo que llegar al mundo desarrollado para que le pusieran cuidado a un virus que cabalga con rapidez pandémica.

La OMS dice que “el virus se detectó por vez primera en 1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en Nzara (Sudán) y Yambuku (República Democrática del Congo). La aldea en que se produjo el segundo de ellos está situada cerca del río Ébola, que da nombre al virus” y desde allí se han levantado protocolos de manejo, pero no se han desarrollado estrategias frontales para erradicar el mal del Planeta. ¿A cuántos infectados en occidente se debe llegar para que a las autoridades mundiales les preocupen los millares de muertos africanos?

Colombia no es Suiza ni Suecia y no estamos protegidos adecuadamente contra este virus que está cerca, a la luz de los últimos contagios. El Ministerio de Salud, el de Relaciones Exteriores y las redes hospitalarias deben estar muy atentos a cumplir con todos los protocolos para que la letal enfermedad no llegue y se aposente en alguna de nuestras selvas tropicales, tal como sucede en África. Vivimos en un mundo globalizado, no solo por las nuevas tecnologías de la información o el interconectado sistema comercial y financiero, las enfermedades también viajan con la rapidez de los datos, que tanto nos sorprenden por estos días. Quizá cuando el ébola llegue a alguno de nuestros aeropuertos o toque las selvas, ya sepamos como manejarla.