Editorial

“España no es Uganda, es Enron”

Mientras más tarda Rajoy en pedir el salvamento, más pierde España como marca en el concierto internacional.

Mientras más tarda Rajoy en pedir el salvamento, más pierde España como marca en el concierto internacional. 

Mientras hace un par de noches el candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, les decía a los estadounidenses durante el primer debate frente a Barack Obama: “no quiero que América siga el camino de España, yo no quiero ir por esa vía, yo quiero seguir la senda del crecimiento que pone a los estadounidenses a trabajar, con más dinero entrando porque están trabajando”; Christopher T. Mahoney, un ex alto directivo de la agencia de calificación Moody’s, planteaba que España no es Uganda, sino algo más inquietante: es como Enron. Dos menciones fatales para el momento económico que vive el país Europeo.
Que el candidato republicano tome a España como mal ejemplo de la aplicación de las reglas económicas y financieras, es lo peor que le puede pasar a ese país en estas tres próximas semanas, que serán cruciales para activar el paquete de salvamento que le tienen previsto la banca central europea y los organismos multilaterales. Pero la peor mención si es la de Mahoney quien explica que los países como Uganda, “no tienen crisis de crédito, ya que no dependen de la confianza del mercado (...) Sólo las estrellas y los tigres, y las empresas y países más admirados, como España, sufren ese tipo de crisis porque su psicología y sus finanzas están orientadas para el crecimiento, no para lo opuesto”. 
A juicio del banquero, se ha empezado a sentir ese mismo miedo que se sintió al leer los datos de Enron, con respecto a España. “Hay un temor de que, al igual que Enron, está más allá de rescate. Al igual que las de Enron, las finanzas españolas no están estructuradas para una crisis de crédito (...) Esa es una suma astronómica. La cantidad no tiene nada que ver con los US$30.000 millones de Enron, los US$100.000 de México o los US$35.000 de Grecia (...) España es el mayor problema de la deuda soberana desde Alemania en 1931. España debe al mundo alrededor de un billón de euros en una moneda que no imprime”.
Mientras eso ocurre en los corredores de Wall Street, el Banco de España -al otro lado del Atlántico- ve más riesgos de desviación del objetivo de déficit público del 6,3% para 2012 y pide al gobierno del Partido Popular medidas adicionales que hagan posible el cumplimiento de la meta impuesta por las autoridades económicas comunitarias. Entre el 15 y el 26 de este mes, estarán en Madrid técnicos del Fondo Monetario Internacional para supervisar lo que están haciendo los funcionarios de economía del gobierno de Mariano Rajoy. Una noticia que otrora sería un escándalo, ahora es un detalle de trámite que no los ruboriza. Poco a poco, la crisis europea con epicentro en España se empieza a mostrar en toda su dimensión.