Editorial
Exportaciones caídas en tiempos de TLC
viernes, 8 de marzo de 2013
El país económico no está aprovechando los tlc firmados y las ventas al exterior ceden en lugar de crecer
El país económico no está aprovechando los tlc firmados y las ventas al exterior ceden en lugar de crecer
Es una pésima noticia que durante el primer mes de este 2013 que ya llega a su primer trimestre, las ventas externas cayeron de US$4.785 millones a US$4.734 millones. Si bien es una diferencia muy baja entre una cifra y la otra, si denota que los empresarios colombianos no están aprovechando los diferentes tratados de libre comercio que se viene firmando con varios países. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, las exportaciones cayeron en enero un 1,1% por la caída de combustibles y productos de las industrias extractivas (-5,5%) y de productos agropecuarios, alimentos y bebidas (-9,4%).
Del total de las ventas colombianas al exterior, un 29% sale rumbo a Estados Unidos, país que se consolida como principal destino de las exportaciones. Sin embargo, las ventas a este país -con TLC en marcha- disminuyeron un 20%, como consecuencia de las menores ventas de combustibles y aceites minerales y sus productos. Los otros destinos de los productos nacionales son China (14,9%), Panamá (6,2%), Países Bajos (6,1%), España (3,6%), Venezuela (3,3%), Ecuador (2,9%) y Chile (2,9%).
Y si eso sucedió en enero de este año, que arrancó muy movido en el tema laboral, los verdaderos malos datos vendrán cuando se conozcan los resultados de febrero, un mes signado por la agitación de las protestas cafeteras, cacaoteras y carboneras (sumamos la sanción a Drummond). En pocas palabras, las ventas de todos esos productos pueden haberse caído como consecuencia dramática de los paros. Bien podemos decir que la ola de protestas y los resultados de las exportaciones ponen al descubierto un par de situaciones que hay que atender de manera inmediata desde el sector público y los gremios de la producción.
Está demostrada la pérdida de competitividad de la industria colombiana y los resultados de los últimos indicadores son una muestra de ello. Sectores que eran líderes en otras décadas, hoy están completamente estancados o son ruinosos, como sucede con los textiles. El paro cafetero es un tema similar, pues la pérdida de precios en el mercado externo, la revaluación del peso, la falta de reorganización del modelo cafetero y la dañina cultura de arreglar cuentas individuales con subsidios estatales, han generado una gran reflexión nacional. Y es que ha llegado el momento de verdaderamente repensar muchos renglones del comercio exterior colombiano, que no logra crecer en tiempos de tratados y observa tímidamente como todo cede terreno en el mercado internacional.
Que las exportaciones caigan en tiempos de TLC es una realidad que debe preocupar al Ministerio de Comercio Exterior, que entre otras también es el responsable de la política industrial. Y obvio, a los mismos gremios de la producción.