Editorial

¿Hasta cuándo irá el ciclo alcista de las tasas?

<p>El Banco de la República no tiene un camino diferente para frenar la inflación que subir las tasas a 6%, pero con graves consecuencias</p><p>&nbsp;</p>

El próximo viernes la Junta Directiva del Banco de la República tendrá su primera reunión anual en la que revisará los elementos básicos de la economía colombiana, al tiempo que se decidirá si profundiza o no el ciclo alcista de las tasas de intervención del mercado. A primera vista los pronósticos de lo que sucederá son facilistas y todos apuntarían a que es necesario llevar las tasas de interés que el Emisor la cobra al sistema financiero a 6%, una de las más altas en los últimos años y que va en consonancia de lo que están haciendo los bancos centrales de las economías emergentes. Las tasas altas y la inflación no son exclusividades de la economía doméstica, son un par de realidades que se viven en el vecindario y que están marcando lo que será el desempeño económico para este año. En resumidas cuentas, con variaciones de precios tan altas como las dos últimas (noviembre y diciembre), es poco probable que el Emisor regrese al ciclo de dinero barato y crea que el ajuste de tasas es la única herramienta para hacer que la inflación merme el ritmo y los precios no sigan subiendo, tal como lo han hecho por causas muy diversas como la devaluación y el clima. 

Con este inminente ajuste de tasas se completaría un alza de 150 puntos básicos en los últimos cinco meses, un período que ha marcado el desempeño económico y ha generado una situación asfixiante en donde consumidores y empresas aplazan decisiones de consumo e inversión. Los analistas consultados por Reuters plantean que “el banco iniciaría un ciclo bajista en la tasa a finales de este año para ubicarla en un 5,75% al terminar 2016 y 5% al cierre de 2017, por las expectativas de una desaceleración en el crecimiento”. Fedesarrollo, por su parte, indica que la tasa pasaría de 5,75 al 6% al no encontrar razones en el mercado para frenar la tendencia o cambiar de ciclo, sobre todo porque se mantiene la fuerte devaluación del peso y los efectos del Fenómeno de El Niño. Una tasa de 6,25% a finales de abril sería muy perjudicial para el crecimiento del PIB para 2016, que ha sido revisado a la baja para este año, en torno a 2,7%.

El primer trimestre del año cerrará con un costo del dinero no inferior a 6%; la inflación aún sin encontrar la senda que el Banco de la República quiere, en torno a 4,50% y una devaluación histórica en cada jornada, alrededor de 38%. Todas esas cifras que miden situaciones económicas coyunturales están interconectadas afectándose unas a otras, ninguna tiene un comportamiento que envíe mensajes de optimismo sobre lo que será la economía para este año. Pero hay buenas consecuencias y es que el producto nacional tiene un valor diferente en el mercado internacional más una aceptación vía precio a nivel local y que los exportadores están haciendo su agosto, especialmente los productores de café y cultivadores de flores.