Editorial

Hay que cosechar los dividendos de la paz

<p>Ya se cuenta con escenarios económicos basados en conflictos similares para saber lo que le puede representar a la economía los tiempos de posconflicto</p><p>&nbsp;</p>

Por primera vez desde que se iniciaron los diálogos en La Habana con los guerrilleros de las Farc, el Gobierno Nacional presenta cuantitativamente los dividendos de la paz, que no es una cosa diferente a los escenarios económicos que pueden esperarse después del fin del conflicto armado que ha desangrado al país durante casi sesenta años. El trabajo académico que hizo el Departamento Nacional de Planeación tiene un gran mérito y es que lanza a la opinión pública -especialmente al sector académico- cifras y porcentajes de lo que le puede ocurrir a Colombia en tiempos de posconflicto. El debate está servido.

Empecemos por decir que el dividendo de la paz se encuentra entre 1,1 y 1,9 puntos adicionales de crecimiento anualmente, lo que   permitirá que el ingreso per cápita se incremente en 54%, excluyendo el componente tendencial, durante 10 años. La tasa de inversión se incrementará 33% durante los próximos 10 años, la tasa de ahorro se incrementará en 14% en el mismo período, la tasa de inversión extrajera directa se multiplicará por 3, la tasa de inflación disminuirá 80%, el desempleo caerá 9% durante los próximos 10 años,  la tasa de ingresos del Gobierno se incrementará en 11%; la tasa de apertura del comercio subirá en 21%, las exportaciones en 12% en la próxima década, las importaciones 34%, los hogares incrementarán su consumo en 47%, el sector agrícola tendrá un incremento de 22% y el sector industrial registrará 20% adicional en el mismo lapso.

Esos escenarios eventuales realizados a partir del estudio de las consecuencias en la economía, que tuvieron diferentes conflictos en el mundo y los solucionaron, tendrá implicaciones para Colombia, como es un crecimiento potencial de la economía en términos de PIB de 5,9%, un ingreso per cápita de US$12.000 (que pondrá a Colombia en la lista de países con ingreso medio), la inversión extranjera directa pueda ascender a US$35.000 millones, las exportaciones se elevarían a US$65.000 millones y el crecimiento sostenido en el consumo de los hogares sería de 5%.

Ese es el dividendo de la paz con cuentas hacia el futuro, pero hay un estudio pendiente y es lo que sucede en la actualidad en las regiones donde el accionar de la guerrilla ha disminuido notablemente desde hace más de tres años. No es lo mismo evaluar el dividendo de la paz para una ciudad capital, tipo Bogotá, Medellín o Barranquilla, como para un municipio aislado golpeado de manera crónica por los guerrilleros, tal es el caso de Doncello o Toribío. El impacto en la ruralidad colombiana es muy superior; no obstante, esa utilidad que deja el fin del conflicto también tiene implicaciones en las capitales y ciudades intermedias como es la adecuación de sus planes de desarrollo en el desplazamiento que genera el conflicto. Hay que empezar a cambiar de escenarios para consolidar la paz.