Editorial

Hay que ‘parar’ la confianza industrial

En julio el Índice de Confianza Industrial fue de 0,98%, con una disminución de 6,3 puntos frente a 2011. malas noticias.

En julio el Índice de Confianza Industrial fue de 0,98%, con una disminución de 6,3 puntos frente a 2011. malas noticias.

El Índice de Confianza Industrial que mide Fedesarrrollo y que es uno de los termómetros que usan los analistas para mirar el rumbo de la economía, nos muestra que la situación se viene deteriorando de manera  continua desde el segundo trimestre de 2011, es decir desde finales del año pasado, pero hay un aliciente y es que aún se mantiene en terrenos positivos. La caída en el índice en julio se debe a un leve deterioro en el volumen actual de los pedidos, el nivel de existencias y las expectativas para los próximos tres meses. También se puede observar que si se comparan estos tres factores con junio de este año, se observa una pequeña mejoría.

Cuando el Índice de Confianza Industrial mira las exportaciones resulta que las expectativas sobre su desempeño sí tienen un deterioro significativo, pues solo el 27,1% de los encuestados opina que el valor de sus exportaciones durante el tercer trimestre de 2012 será mayor al del mismo trimestre de 2011, mientras el 26% considera que será menor y el 46,9% restante piensa que será aproximadamente igual. Esta situación es entendible dado el contexto internacional en el que las mayores economías del mundo siguen mostrando un fuerte aroma a recesión. Hace un par de semanas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) en su Evaluación Intermedia del Panorama Económico Mundial advirtió que “la prolongada crisis en la zona del euro afecta la confianza global, con lo cual se ha debilitado el comercio, el empleo y se desaceleró la economía en el mundo, y proyectó que las tres economías más grandes de Europa, Alemania, Francia e Italia, se contraerán 1% en el tercer trimestre y 0,7% en el cuarto tercio del año.

Nuevamente los empresarios colombianos se quejan por el alto precio del peso frente al dólar, a todas luces una variable que ellos no pueden manejar. En la encuesta manifiestan que la tasa de cambio continúa siendo el factor que más afectó las ventas al exterior, seguido por el transporte interno que sigue siendo el dolor de cabeza de los costos. El informe destaca la mejoría en la percepción de favorabilidad de las políticas comerciales y aduaneras de los países compradores, lo que podría estar relacionado con la entrada en vigencia del TLC.

Pero está claro que el nuevo ambiente generado por las negociaciones de paz, la cercanía al final del año, las tasas de interés que seguramente continuarán bajando y la expectativa por el aprovechamiento de los tratados recién firmados, serán argumentos suficientes para que el optimismo se recupere antes de terminar el año. En lo que menos podemos caer en la actual coyuntura internacional es en que la competitividad y las mayores ventas se traten de realizar manejando el precio del dólar.