¿Indigestión de tratados de libre comercio?
miércoles, 3 de julio de 2013
La masiva firma de TLC no es mala, lo criticable es la falta de política industrial y de adecuación de puertos y vías
La masiva firma de TLC no es mala, lo criticable es la falta de política industrial y de adecuación de puertos y vías
Colombia completa más de tres décadas de desindustrialización. Un fenómeno que comenzó durante el segundo lustro de los años ochenta, se aceleró durante el Gobierno de César Gaviria entre 1990 y 1994, y más tarde se agudizó durante las dos administraciones de Álvaro Uribe de 2002 a 2010. Así lo demuestra la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, Onudi, la entidad encargada de estudiar, revisar, compilar información y generar recomendaciones respecto al estado de las industrias en todo el mundo.
El último informe de Onudi realizado hace 24 meses, dice que Colombia ocupa la posición 74, un puesto que pone de manifiesto una clara pérdida de rendimiento competitivo industrial desde la década pasada, pues para 2005, el país ocupaba el lugar 65. Las variables tenidas en cuenta por la investigación son rendimiento industrial, exportaciones manufactureras, valor agregado manufacturero, intensidad de la industrialización, calidad de exportación industrial y participación en la exportación mundial de manufacturas. Los datos analizados a la luz de los anteriores indicadores o variables reflejan debilidades industriales en la fabricación de productos con alto valor agregado, la carencia de prácticas intensivas en la producción fabril y la reducida cuota en el mercado mundial por parte de los productos nacionales.
El informe lo rescata el libro, Colombia frente a los indicadores Mundiales, coordinado por la exministra Martha Lucía Ramírez y publicado por la Coalición Industrial, un nuevo gremio que se ha encargado de hacer conciencia sobre la desindustrialización que vive el país y que se ha acentuado desde la masiva firmas de tratados de libre comercio, más de 20, unos en marcha y otros en trámite de negociación. Anif también puso el dedo en la llaga hace unos 18 meses y alertó sobre el proceso casi irreversible como consecuencia no de los tratados sino de una ‘enfermedad holandesa’ temprana.
Pero el diagnóstico más eficaz lo hace el exministro de Agricultura y de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien también fuera secretario de la Cepal y candidato a dirigir el Banco Mundial. Ha dicho el economista más influyente en la academia colombiana, que no solo hay fiebre de 40 grados en la ‘enfermedad holandesa’, sino que hay una seria indigestión de TLC sin que el Gobierno haya implementado una política industrial de recuperación. A estas dos situaciones se suma el nulo desarrollo de las vías y los puertos que le permitan a los empresarios exportadores llevar con eficacia sus productos a los mercados abiertos. El tema está diagnosticado, solo falta esperar a que el Gobierno haga algo serio por la industria. ¿Qué dirá la Andi?