La bancarización avanza, pero aún le falta mucho
jueves, 13 de agosto de 2020
Una de las pocas cosas buenas que han dejado los meses de pandemia es el avance de la bancarización, el rescate de la sanidad pública y también del andamiaje de la salud general
Editorial
Colombia tiene el penoso récord de ser el segundo país con más días de cuarentena y con menores resultados de esta draconiana medida de “acuartelamiento” de millones de personas en sus casas. El país completará el próximo 31 de agosto 159 días pregonando el aislamiento en medio de mensajes dispersos de prohibición de salir a la calle, de pico y cédula, entre otras acciones más invasivas y polémicas en contra de la libertad de movilización como son los retenes y controles territoriales que impiden el tránsito de personas entre pueblos y ciudades. Ni qué decir de la clausura indefinida de los aeropuertos que están asfixiando a la economía regional sin resultados claros ni cuantificables y mucho menos cualificables, pues es un hecho elocuente que el país va rumbo a convertirse en uno de los primeros en contagios y con más muertes por cada millón de personas. Pero el Ministerio de Salud sigue defendiendo su errada estrategia argumentando que de no tener esa férrea cuarentena la catástrofe pudiese haber sido peor. Nunca nadie lo sabrá porque hace parte de lo que pudo ser.
Hay cosas muy buenas si se le hace un corte de cuentas a la pandemia y su estrategia de enfrentamiento. La primera es que el país ha demostrado tener un sistema de clínicas, hospitales y profesional médico muy probo que bien han podido ir sorteando la penosa situación. En pocas palabras, Colombia cuenta con un sistema de salud que funciona en medio de las dificultades y los años de olvido. Lo otro es que esta época le ha servido a la sociedad para poner la salud entre las prioridades y cosas como las aglomeraciones, los tumultos, la higiene y el contacto físico se ha revisado para enfocarse en una nueva normalidad que evite las anteriores situaciones usadas por las bacterias, los gérmenes y toda clase de virus como vehículos de propagación. Pero es el tercer punto, el avance de la bancarización, el que proyecta cómo serán las cosas en el futuro si el país camina sólido hacia la cuarta revolución industrial y acelera la transformación digital.
Más de 1,6 millones de personas se bancarizaron por la vía del Ingreso Solidario y otros programas sociales (950.000 por el subsidio y otras 750.000 personas por distintos programas); de esta manera se ha llegado a un porcentaje envidiable para la región de 85,6% de bancarización. La única manera de avanzar en el camino de la formalización económica, de poder derrotar la usura, los “gota a gota” y de garantizar la seguridad del flujo financiero es que todos los colombianos estén bancarizados y sean objeto de préstamos bancarios o de subsidios por parte del Gobierno Nacional.
Vamos por buen camino en términos de digitalización y de uso de dinero plástico. Los colombianos hicieron 1,6 millones de operaciones diarias por telefonía móvil, con un aumento de 150% durante la pandemia. La telefonía móvil e internet suman 40% del total de las operaciones en el sistema (3,1 millones de operaciones diarias). Y transaron $10,5 billones por internet entre el 6 de abril y 10 de julio, convirtiendo este canal al de mayor participación. En la pandemia, los colombianos transaron más por internet $10,5 billones, mientras que en oficinas $5,6 billones. Hay lunares y es que solo 0,7% municipios cuenta con un sistema de pagos electrónico avanzados, al tiempo que 87% de los municipio carece de sistemas de pagos electrónicos desarrollados. Solo 40 municipios tiene como plan la adopción de pagos digitales.