La cínica estrategia de la Fifa contra los niños
viernes, 30 de octubre de 2015
<p>J. Blatter ha querido aferrarse al puesto, ha pasado a declararse víctima y ha salpicado a una de las figuras más admiradas, Michel Platini</p><p> </p>
Desde hace tiempo la Fifa era sospechosa de corrupción, pero su poder transnacional hacía que “pasara de agache”. Solo hace unos meses, con la detención en Suiza de siete directivos de esa organización por decisión de la Fiscalía de Estados Unidos, el FBI y la oficina de impuestos, acusados de soborno, fraude y blanqueo de dinero, salió a la luz pública lo que todos sabían.
El señor J. Blatter ha querido aferrarse al puesto, ha pasado a declararse víctima y ha salpicado a una de las figuras más admiradas del balompé europeo, Michel Platini, hasta hace unos días uno de los serios aspirantes a reemplazarlo en el envidiable cargo, quizá el mejor del mundo y el más apetecido, por cuanto maneja una máquina de dinero que no tiene transnacional alguna, gracias al talento en cuya formación no ha tenido que ver la Fifa, talentos que son verdadero imanes del dinero.
Solo dos ejemplos. Cristiano Ronaldo trabaja con Armani, Herbalife y KFC. Se estima que recibe US$9,5 millones al año de Nike y 2,5 millones de Emirates. Mientras tanto Messi, hace caja con Turkish Airlines (US$2 millones) y Adidas (US$9 millones) y abre plaza en Japóny China, donde promociona productos locales.Y la Fifa gana publicitándolos a través de cuantiosos derechos televisivos, principal origendel dinero y a la vez de la corrupción. Una mal llamada ONG que es más una poderosa transnacional que impone reglas a los distintos países utilizando las federaciones, que no paga tributos y que utiliza al deporte para obtener beneficios sin proporción alguna: más de US$50.000 millones de 1.600 millones de aficionados.
Pero Blatter no se queda quieto. Ahora, unas nuevas declaraciones producen todo tipo de reacciones, que van desde la risa a la indignación, al igual que aquellas en las que se declara inocente y que todo fue a sus espaldas, que hace recordar a los colombianos el triste episodio de la vinculación de dineros del narcotráfico a una campaña presidencial.
La ha emprendido contra Estados Unidos y Gran Bretaña alegando que han provocado la crisis al perder el derecho a organizar el Mundial de 2022 y haber sido derrotado por Rusia para 2018. Según el controvertido personaje, cuatro votos europeos pasaron a Qatar y así derrotaron la pretensión norteamericana. Luego, las diferencias entre los gobiernos le habrían dado mayor énfasis a la supuesta maniobra y la organización deportiva habría quedado en la mitad.
Lo que le faltaba. Que el miedoso dinero que maneja la Fifa se quiera convertir ahora en arma geopolítica, cuando la realidad para los niños del mundo es otra, tanto en el poderoso Estados Unidos, en donde corren cada vez más detrás del balón o el pobre Nigeria, que tiene la mayor afición y sueñan con un día estar en un poderoso club de Europa. O en Brasil, Asia, África y Emiratos Árabes. Nadie les podrá quitar la ilusión a esos niños y menos el cinismo de quienes manejan la corrupta máquina de la Fifa.