Editorial

La economía va bien y se hacen negocios

<p>El peor lastre de la economía es ver las cosas con pesimismo a pesar de que la realidad es otra. La coyuntura es muy buena.</p>

La pasada Asamblea de la Andi que se celebró en Medellín y que sirvió para festejar los 70 años del gremio empresarial más influyente de Colombia, no solo sirvió para que el Gobierno Nacional presentara en público a sus nuevos ministros y diera unas luces tenues de lo que será su política industrial y de competitividad, sino también para ver un puñado de empresarios anunciando grandes obras, nuevas inversiones y desarrollos estratégicos para los próximo años. Y cómo bien lo dice Nicanor Restrepo Santamaría, en entrevista publicada en la edición de hoy: “hay que dejar de quejarse y pasar las propuestas”.

Empecemos por el orden cuantitativo. En el marco de la Andi se conoció que Celsia, la empresa generadora de energía del Grupo Empresarial Antioqueño, se consolidó su condición de multilatina al anunciar la compra de importantes plantas generadoras en Centroamérica por una cuantía superior a los US$840 millones. Por ahora la compra de nacionales más grande del año en el exterior. En ese mismo orden y con pocas horas de diferencia, la multinacional Cemex anunció la construcción de una planta productora de cemento en Maceo, Antioquia, con una inversión de US$350 millones, obra que transformará al municipio del nordeste de ese departamento. También Haceb, la marca líder de fabricación de neveras y estufas en el país dio a conocer su alianza estratégica con Whirlpool y fabricarán en conjunto lavadoras. Para tal efecto, ampliarán su planta en Copacabana. También, se dio a conocer la nueva estructura de UNE-Tigo, la gran empresa de telecomunicaciones que nace de la alianza estratégica entre EPM y la compañía afincada en Luxemburgo, Tigo.

Todo esto sin contar centenares de pequeños negocios que tiene en común el optimismo por lo que le está pasando a la economía que sigue registrando niveles envidiables en la Región: inflación controlada, crecimiento sostenido, gran consumo interno, cartera en la banda normal y un proceso de paz en plena negociación que puede dar grandes noticias en el curso de este año. Pero las cosas muchas veces no se ven como son, pues las seis décadas de conflicto interno han generado una cortina de humo en varias generaciones de colombianos quienes siguen siendo incrédulos de lo que está pasando en Colombia. El pesimismo sigue siendo una constante o el mayor activo de una sociedad acostumbrada a ver cómo un sector clase política y grupos al margen de la ley siguen ganando con los nubarrones, la guerra, la tristeza y la desolación que siembran en la sociedad.

La economía va bien y se están haciendo negocios. No es el paraíso, como tampoco todo está ganado. Hay serios problemas estructurales de delincuencia y corrupción, pero vamos saliendo poco a poco de los años en que todo se veía con desesperanza.