Editorial
La flexibilidad horaria, nuevo reto laboral
lunes, 2 de septiembre de 2024
La semana laboral de 40 horas es inminente en todo el mundo desarrollado, lo que se viene ahora es que esas 40 horas se distribuyan en menos días laborales a la semana
Editorial
Gran Bretaña siempre es el epicentro de los grandes debates económicos, al menos en la cultura occidental y en los países basados en una economía de mercado. La nueva idea que está prosperando es que la jornada laboral semanal de 40 horas se lleve a cabo en cuatro días, no cinco días a la semana como ahora sucede en buena parte del mundo civilizado.
Hay que recordar que hace poco en Colombia se empezó a desescalar la semana laboral de 48 horas, desde el 15 de julio de 2023, la jornada ordinaria se redujo a 47 horas semanales; el pasado 15 de julio, la jornada pasó a 46 horas semanales, y la misma fecha de 2025 será de 44 horas semanales. En 2026 se regulará definitivamente la jornada laboral en 42 horas semanales.
La medida se ejecuta en consonancia en lo que hacen los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde. De una u otra manera, Colombia actúa en consonancia con lo que ocurre en el mundo, así las cosas, por medio de la Ley 2101 de 2021 ya se materializó la reducción de la jornada laboral semanal, también para generar más puestos de trabajo formales y contribuir a la calidad de vida de los trabajadores.
Esa ley modificó el artículo 161 del Código Sustantivo del Trabajo, el cual originalmente contemplaba una jornada máxima de 48 horas semanales, para disminuirla de manera gradual en los próximos años a 42 horas semanales. Ahora los británicos van más allá y seguramente lograrán que la semana ordinaria sea de 40 horas y esas horas se ejecuten en cuatro días.
Advenimientos como la inteligencia artificial, las olas migratorias, el calentamiento global, el envejecimiento de la población y los imperativos de las minorías, está readecuando los códigos laborales en todo el mundo. Es un hecho que los derechos de los empleados y los empleadores no se verán afectados con la disminución de la jornada máxima legal, no se reducirá la remuneración salarial, pero debe avanzarse en productividad.
No por dedicar más horas al trabajo se es más productivo, máxime cuando las nuevas tecnologías rompen el paradigma de las horas. Las nuevas jornadas laborales se pueden distribuir en cinco o seis días a la semana, con ciertas excepciones de dedicación exclusiva. Esta nueva realidad mundial es un llamado al Congreso de la República para que aborte la reforma laboral que actualmente se tramita, no solo porque es absurda en términos de generación de empleo, sino porque no interpreta nada de lo que está pasando en el mundo.
El trabajo por horas no ha sido reglamentado en Colombia y la reforma no se hace en función de que crezca el empleo formal. La pandemia dejó muchas enseñanzas que se fueron evaporando con el paso de los años, una de ellas fue el teletrabajo que garantiza la flexibilidad laboral, pero obliga a más competitividad y productividad.
En Colombia debe acabarse el “calentar puesto”, especialmente entre los funcionarios públicos quienes gozan de grandes beneficios y altos salarios, pero que no ejecutan ni producen nada loable.
Implementar en Colombia una jornada laboral de 40 horas a la semana, distribuidas esas horas en cuatro o cinco días es muy fácil, pues en la mitad del año ya se hace, los casi 20 festivos anuales, más el día de la familia, el cumpleaños, incapacidades y vacaciones, prácticamente están asegurando que la realidad nacional supera en la práctica la idea de los ingleses.