Editorial

La histórica rebaja de tasas en Estados Unidos

Los intereses están en rango entre 2% y 2,25%, es la primera reducción desde la crisis de 2008 que traerá como consecuencia una inesperada estabilidad de la tasa de cambio del dólar

Editorial


La política monetaria de Estados Unidos se ha hecho sentir y ha movido fichas con la decisión tomada por Jerome Powell quien ha fijado el precio del dinero en un rango situado entre 2% y 2,25%, más baja si se compara con la anterior franja comprendida entre 2,25% y 2,5%; en pocas palabras el motor de la economía mundial apuesta por reactivar el consumo de cara al fin de año y hacer que el dólar sea la punta de lanza en función con la guerra comercial contra China.
Pero lo más elocuente de la jugada financiera es que la Reserva Federal dejó la puerta abierta a futuras reducciones, a la luz de su comunicado oficial: “el Comité continuará monitorizando las implicaciones de los cambios en las tasas de interés y la información que vaya llegando en referencia al entorno económico y actuará de manera apropiada para sostener la expansión, con un mercado laboral fuerte y una inflación cercana al objetivo de 2%”. Es la primera reducción en las tasas de interés desde la crisis financiera global de 2008 y tal como lo esperaba el mercado, la reducción fue de 25 puntos básicos, no obstante queda sobre la mesa una nueva rebaja en el próximo septiembre.
El impacto de la guerra comercial y la desaceleración global fueron tenidos en cuenta por la Fed para tomar la decisión y resaltó que la determinación se da “a la luz de las implicaciones para el panorama económico de los desarrollos globales así como por la débil inflación”. Adicionalmente, el Comité de la Fed decidió concluir con el programa de reducción de su balance valorado en US$3,8 billones, dos meses antes de lo previsto, que aunque esperaba darlo por terminado en septiembre, acabará con él en agosto. Todas estas jugadas, muy afinadas entre el Ejecutivo y el manejo monetario independiente, hacen prever que Estados Unidos entrará en otra fase de crecimiento sin precedentes, justo a medio camino de las próximas elecciones presidenciales por la Casa Blanca que se llevarán a cabo el nuevo año.
Las consecuencias en los mercados emergentes no se harán esperar; la primera será una eventual estabilidad en las tasas que estén por encima de las estadounidenses y una inesperada llegada de dólares que buscarán refugios más rentables. Vale la pena resaltar que el recrudecimiento de la guerra arancelaria entre China y Estados Unidos fue determinante en las iniciativas adoptadas, a la luz de los comentarios que justificaron tal decisión: “nuestros contactos en mundo financiero nos transmiten que la incertidumbre generada por la guerra comercial está frenando las inversiones de las empresas”.
En palabras de los analistas, la Fed casi nunca suele decepcionar al mercado cuando las expectativas de un recorte se encuentran tan arraigadas, lo que no es diferente a decir que los mercados ya habían descontado la decisión. ¿Qué puede pasar para el final del año? Según la agencia Bloomberg, 61,9% de los economistas consultados en su tradicional encuesta estiman que en septiembre la Fed volverá a rebajar en un cuarto de punto porcentual el precio del dinero. Medida que presionará al Banco Central Europeo para que también recorte tasas y deje el precio del dinero en negativo por primera vez en la historia. Si las rebajas del costo del dinero en Estados Unidos y la eventual reducción en Europa se suman a la renovada política conservadora británica, el manto de incertidumbre que se posa sobre la economía puede durar bastantes meses.

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