Editorial

La hora de la Junta del Banco Central

Con la expectativa por nombres nuevos en el Emisor, la junta se reúne hoy para revisar tasas y mirar qué pasa con el dólar

Una inflación muy baja como la que se viene registrando podría hacer pensar que la Junta Directiva del Banco de la República tome la decisión de reducir nuevamente las tasas de colocación, tal como lo ha venido haciendo en las últimas reuniones. Entre noviembre y enero los tipos han bajado 50 puntos básicos, un monto importante, pues de estar en 4,50%, el costo del dinero para los bancos de primer piso está en 4%. Inflación reducida no quiere decir tasas bajas automáticamente, hay otras variables que también interesan como es el contexto internacional, y más precisamente en el vecindario, con la reciente drástica decisión del gobierno venezolano de devaluar el bolívar en un 46,5%. Y si miramos al otro lado del Atlántico vemos que la recuperación de las economías de la Unión Europea está muy lejos de consolidarse, en cambio se ha acentuado la recesión a la luz de los últimos datos de crecimiento negativos a los que se sumó Alemania.
Otra variable fundamental para los codirectores es mirar el comportamiento reciente de la cartera bancaria que presenta preocupantes síntomas de morosidad, según el último informe de resultados bancarios presentados por la Superintendencia Financiera. Si a esto se suma un bajo crecimiento del consumo, una desaceleración de la economía y un pesimismo total por el resultado del PIB del año anterior, podríamos pregonar que el Emisor en medio de su control ortodoxo medirá con mucho tacto si baja los intereses al 3,75% o los mantendrá en 4%. 
Es oportuno advertir que el sistema financiero no ha trasladado la rebaja de las tasas al consumidor y que el rezago ya completa dos meses y los clientes bancarios siguen pagando créditos hipotecarios entre el 10% y el 12% o usura del 31%, la misma tasa de tiempos atrás cuando el Banco de la República cobraba hasta el 5%. El Emisor genera estupendos titulares de prensa al intervenir, pero la Superintendencia Financiera no ha logrado que los bancos comerciales le copien las decisiones. Así las cosas, a un cuentahabiente no le afecta mucho si la Junta baja esos 25 puntos básicos, si en el crédito para comprar una casa, un carro o la tasa de consumo con su tarjeta de crédito, sigue siendo igual de cara. Una cosa es la microeconomía y otra muy distinta la macroeconomía, y los ‘cisnes negros’, tal como lo explica Tared, siempre vienen en los detalles del consumo cotidiano, no en los fenómenos macros.
Los dos nuevos codirectores, Ana Fernanda Maiguashca y Adolfo Meisel son de la misma escuela económica y de las entrañas institucionalistas del Banco de la República. Cambios fundamentales en la línea no se va a dar. Ahora en lo que hay que trabajar es en que se reanime el consumo y el interés industrial.