Editorial

La inflación, una tragedia que se puede despertar

Lo que ocasionan los bloqueos en los precios despertaría una de las peores tragedias, en la que no solo nos parezcamos a Venezuela por la escasez, sino por la inflación cabalgante

LR

Diario La República · La inflación, una tragedia que se puede despertar

Los inoportunos bloqueos en el país siguen pasando una cuenta de cobro no solo a los empresarios, claramente afectados con el cierre de sus operaciones y demoras en la llegada de insumos y entrega de productos, sino también a los ciudadanos de a pie, que no solo han visto dificultades para movilizarse hacia sus trabajos en la mayoría de ciudades. Además, han sentido un empobrecimiento debido al alza en el costo de vida. El sábado, el Dane fue el encargado de evidenciar en cifras lo que los colombianos ya han venido sintiendo en sus bolsillos, al explicar que la inflación año corrido se sitúa en 3,2%, lo que significa que casi se comió el aumento de 3,5% del salario mínimo que se había hecho a principio de año para aliviar los bolsillos de los consumidores.

Para el mercado es aún más preocupante, con las cifras que ya se conocen de pobreza, que la inflación de los más vulnerables haya sido tres veces mayor que la de los hogares de mayores ingresos. Esto debido a que gran parte del choque, causado por los bloqueos, afectó más el precio de alimentos, en particular carnes, papa o huevos, que son los productos que componen la mayor parte de la canasta familiar de los hogares de bajos recursos.

Estas cifras solo son un SOS más que se hace a los promotores del paro y al Gobierno Nacional para que encuentren salidas inmediatas a los bloqueos que cumplen 43 días, y que han llevado a que no solo la inflación anual de alimentos haya tocado 9,52%, sino que ahora haya una señal de alerta para evitar que Colombia caiga en una de las principales tragedias económicas. El peor ejemplo es la situación de Venezuela, donde la escasez es pan de cada día y la hiperinflación de 183,8% en lo que va de 2021, es solo la muestra de la catástrofe por la que pasa su modelo económico.

Para los expertos, es claro que entre más rápido se logren esos acuerdos más transitorio será ese choque en los precios y se podrá recuperar la senda de inflación que tienen presupuestadas las autoridades económicas, y que ha caracterizado al país por años. Por el contrario, si eso no ocurre en el corto plazo, preocupa también que se puedan alterar estímulos como las tasas de interés del Banco de la República; que siguen en un mínimo histórico de 1,75%, y que buscan impulsar el consumo de los hogares, la recuperación de la economía, y que ya se ha evidenciado en las tasas de interés que ofrecen los bancos para los créditos de consumo.

No se puede permitir que avancen más semanas con estos bloqueos que están sumiendo a la economía en un caos y que afectan en mayor medida al suroccidente del país, donde las cifras de inflación llegaron a 2,77% en Cali y 4,50% en Popayán. Hay que mirar el espejo que desencadenó la crisis en el vecino país, que intentando en 2009 controlar la hiperinflación lo llevó a intervenir la política monetaria a través de la inyección de dinero inorgánico a la economía y a quintuplicar la deuda. Colombia por décadas, a diferencia de varios de sus pares en la región, ha sido ejemplo de políticas económicas y monetarias saludables, que han atraído inversión e impulsaron el crecimiento de nuevos negocios. No es el momento para que el país abandone el camino de la estabilidad y menos, cuando la meta de este año es trabajar por la reactivación económica y los pronósticos calculan que el PIB crecerá más de 5%.

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