Editorial

La ortodoxia económica, en manos de la Alianza

<p>La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea le enseña a América cómo avanzar en &nbsp;Alianzas más sólidas que superen las frustraciones del pasado.</p>

Hace pocos días, Benedict Mander, analista económico del Financial Times escribió que la Alianza del Pacífico había hecho retornar la ortodoxia económica a esta parte del continente luego que Chávez le hubiera frustrado a Bush la idea de una gran zona de libre comercio que uniera las Américas. Y es que la observación tiene sentido, dado el interés de Costa Rica y de Argentina por engrosar la lista de países con intereses comunes en el libre desarrollo comercial.

Recordemos que la Alianza fue una idea original del expresidente peruano Alan García, quien llamó al presidente Santos para que lideraran un bloque de intereses de acción comunes para formar un bloque económico que fuera alternativo a Mercosur. A la idea se fueron sumando los gobiernos de turno de México y Chile, y poco a poco, se está erigiendo la región con el suficiente peso económico para hacer negociaciones en conjunto y fortalecerse en un mundo que curiosamente empieza a repensar los esquemas de integración.

El hecho de que Gran Bretaña haya decidido salir de la Unión Europea, es un momento de freno o al menos de análisis de los procesos de integración que se ven ante una situación insospechada para la cual no había mucha literatura que advirtiese lo ocurrido. Los ingleses nunca le apostaron de lleno a la Unión, pues mantuvieron la soberanía monetaria de su libra en franca oposición del novísimo euro. Ese fue uno de los primeros peros a la unión económica que luego se vio frustrada con la negación en dos ocasiones de un principio constitucional unitario. Así las cosas no se puede desconocer que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y los coletazos de esta decisión son un elemento que distorsiona los caminos de las integraciones, pero América Latina va a paso distinto y puede suceder que en realidad aquí se esté reconstruyendo la ortodoxia económica perdida en Europa.

La llegada de Macri al gobierno argentino, la de Kuczynski a Perú y la firma de un acuerdo de paz con las guerrillas de las Farc en Colombia son elementos vitales para la construcción de una nueva etapa económica en este continente. Se han sepultado gran parte de los gobiernos populistas emergentes y los aún existentes están en crisis sin precedentes. No deja de ser una ironía que mientras Europa deberá reconstruir sus fórmulas de integración, en América Latina se esté aprendiendo de estas situaciones, yendo paso a paso, pero con gran fortaleza. Un dato adicional sobre el cual se debe reforzar es que el Producto Interno Bruto de los países de la Alianza del Pacífico reúne 40% del PIB total de América Latina y el Caribe. Los países de la Alianza del Pacífico suman aproximadamente 50% del comercio exterior de América Latina. Los países de la iniciativa representan 4% del total de flujos de Inversión Extranjera Directa de América Latina y el Caribe.