Editorial

La politiquería y la captura de la Misión Rural

<p>El Presidente debe ahuyentar el apetito politiquero de las recomendaciones de la Misión Rural y el Censo agropecuario.</p>

No se han conocido todas las conclusiones de la Misión Rural ni las cifras finales del Censo Agropecuario pero ya hay funcionarios públicos politiqueros tradicionales, desvirtuando sus resultados con el objetivo de mantener las cuotas burocráticas en las instituciones rectoras del campo colombiano. Está claro que no solo el posconflicto, sino también el crecimiento económico del país en el largo plazo, pasan por el meridiano de la reinversión del sector agropecuario, por eso en su momento fueron aplaudidos por las instituciones de investigación económica, la academia y la banca multilateral, el inicio de un Censo Nacional Agropecuario, que no se había hecho en 40 años; una Misión de Reestructuración Rural  de muy alto nivel que estudiara y propusiera un marco teórico para el futuro agrario, y un estudio, del que nadie habla por estos días, que debía investigar y proponer el nuevo sector cafetero. Los tres trabajos, más académicos que politiqueros, fueron planteados o levantaron vuelo hace un poco más de un año cuando los paros campesinos convulsionaron la política nacional.

Es normal y adecuado que a los tres estudios les disparen los afectados, incluso que no le guste a los opositores al Gobierno del presidente Santos, pero que las piedras las empiecen a tirar los responsables de sacar al campo adelante en los próximos cuatro años no deja de extrañar. Empecemos por la Misión, un estudio dirigido por José Antonio Ocampo, dos veces ministro (Agricultura y Hacienda); secretario de la Cepal, economista jefe del Banco Mundial y candidato a dirigir esa entidad multilateral; de lejos uno de los documentos más serios de la última década, pero va a chocar con el apetito burocrático de quienes hoy manejan los puestos del ICA, Corpoica, Banco Agrario y el resto de instituciones adscritas al Ministerio de Agricultura. Lo mismo pasará con los resultados que arroje el Censo coordinado por el Dane, en cabeza de Mauricio Perfetti, que seguramente redefinirá el mapa sociológico del campo y llevará a conclusiones de que la institucionalidad actual no llega a todos los sectores, algo que se observa, pero no se cambia al no haber un marco teórico que sirva para redefinir políticas públicas.

Sobre el estudio cafetero coordinado por el ex codirector del Banco de la República, Juan José Echavarría, no hay nada concreto, pues encontró serios reparos en la Federación de Cafereros que vive uno de sus mejores momentos históricos en términos económicos y de organización, luego de las exitosas elecciones del pasado mes. Estamos seguros que el Presidente sabrá leer con sus expertos agropecuarios -técnicos agropecuarios, no politiqueros- todos esos resultados que arrojan esos estudios y redirigir el campo para no seguir viviendo décadas perdidas en productividad agraria e incubando nuevas guerrillas.