Editorial

La primera cuarta parte del año no fue buena

Cerró el primer trimestre de año con cifras no muy alentadoras, pero con la esperanza de que todo se reactive cuando el plan de vacunación avance con resultados más alentadores

Editorial

Hay que partir de que la banca multilateral, el Gobierno Nacional, el Banco de la República y los centros de investigación han pronosticado que la economía colombiana crecerá este 2021 entre 4% y 5%, pero primero tendrá que recortar 6,8% perdido el año pasado y luego entrar en terreno positivo y arrojar cifras sorprendentes al final del año, una tarea bien complicada si se tiene en cuenta que el pasado enero fue un mes bastante malo a la luz del Indicador de Seguimiento de la Economía del Dane, que dicta que la economía cayó 4,63% durante el primer mes del año frente al mismo periodo de 2020. Este indicador es la antesala de los datos del PIB. Al parecido ocurrió en febrero, pero menos acentuado, quizá marzo mejorará las cifras y debe dar muestras de que ya se camina sobre terreno firme con datos positivos.

El gran responsable de que no llegue la reactivación esperada y pronosticada por los expertos tiene que ver con los cierres de la industria y el comercio decretados por las autoridades, pues el temor a colapsar las clínicas y hospitales los han obligado a actuar de manera responsable con la salud humana, pero devastadora para la economía. La cuarta parte del año, es decir, la comprendida entre enero y marzo -el primer trimestre- no va a ser tan bueno como se dijo, situación que aplazará la reactivación económica y las cifras en negro de muchos sectores fundamentales para la generación de empleo.

El número de desempleados se ubica en 3,9 millones en febrero, 886.000 más que en febrero de 2020 y la tasa está en 15,9%, la más alta de todos los febreros desde 2004.

El gran problema es que si no hay reactivación en los sectores claves y el PIB empieza a estar en terreno positivo es bien difícil que se empiece a generar de nuevo los trabajos que se han destruido durante la pandemia que se cuentan por miles, especialmente, en la construcción y el comercio.

En lo que tiene que ver con el costo de vida, poco a poco, se despierta la inflación, “el impuesto a los pobres”, y de casi deflaciones mensuales se nota un inusual crecimiento en el Índice de Precios al Consumidor que registra una variación mensual de 0,64%; la variación año corrido fue 1,05% y la anual 1,56%. Hoy lunes se conocerá la inflación de febrero y seguramente estará en la misma línea. Y si la inflación ha resucitado, el Banco de la República seguramente revisará sus tasas de interés que se mantienen en 1,75% y que completan seis meses estables, una voluntad del Emisor originada desde 28 de septiembre de 2020 que envía buenas señales de intervenciones.

Durante el pasado enero, las exportaciones fueron US$2.594,5 millones, lo que representa una disminución de 24,1% en relación con enero de 2020; vale la pena resaltar que el pírrico valor de los productos y servicios colombianos que se venden en el exterior se agrava más al darse cuenta que son del sector minero energético, lo que pone en entredicho el avance exportador en una economía que necesita del mercado externo para generar empleos locales.

No es un buen arranque del año y se espera que los datos del PIB del todo el trimestre sean mejores, pero para verlos se necesita que marzo ya esté en negro y que en el segundo trimestre la economía ya haya sepultado el síndrome del covid para que recupere los otrora números de vanguardia regional.

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