La reactivación económica, el reto ministerial
viernes, 24 de mayo de 2024
Reactivar la economía es un imperativo para el Gobierno Nacional, pero se ha estrellado en la hoja de ruta para lograrlo, es crucial que el nuevo ministro se siente con los gremios
LR
El presidente, Gustavo Petro, debe tratar de recomponer su fuerza en el Congreso el próximo 20 de julio cuando comience la tercera legislatura de su mandato, y al mismo tiempo, debe tender nuevos puentes de entendimiento con los gremios de la producción, quienes son los voceros del sector productivo. Todas las fuerzas vivas del país solo hablan de dos cosas: recuperar el desordenado orden público en pueblos y ciudades y reactivar la economía; para tales efectos, debe centrar, orientar o darles línea a sus ministros.
Un gobierno, cualquiera que sea en el tercer mundo, necesita de un buen ministro de Hacienda, uno igual para la Defensa y un gran canciller. Solo con ese trípode puede dar resultados de cara al interior y al exterior, pero la actual administración ha chocado con varias situaciones, entre ellas, que sus ministros han sido inferiores al reto de ejecutar presupuestos, liderar políticas públicas y hacer las transformaciones que se prometieron.
En pocas semanas se entrará en pleno en el tercer año de gobierno y es menester apurar la reactivación económica. Son cuatro los ministerios llamados a liderar dicha reactivación: Minas y Energía; Industria y Comercio; Transporte y Vivienda, y por supuesto Agricultura. Un país que no construye grandes obras, no cultiva productos agropecuarios, no reactiva su industria, no aumenta las exportaciones ni da garantías para el turismo; menos aún, explora y exporta energías y productos de minería, no tiene mucho espacio en el dinámico mundo emergente, pues pretender solo exportar servicios y vivir de la burocracia estatal, es una paradoja existencial, el desarrollo económico no da saltos, se da por fases y Colombia no ha logrado pasar de ser una economía de bienes primarios para pasar a ser una potencia en nuevas tecnologías, o al menos, en una economía de servicios.
El Presidente tiene que darles línea en función de la ejecución y productividad a los ministros clave para que sean ellos quienes lideren la reactivación económica. Así no le guste al Presidente, ni a los más ideologizados de sus ministros, la economía del país necesita grandes obras de infraestructura, producir más y a mejores costos, café, petróleo y carbón, al tiempo que debe sentarse con los gremios de la producción para hablar de industria y potencialización de la docena de tratados de libre comercio que hay firmados con distintos mercados, en una suerte de importar exportadores, tal y como hoy lo está haciendo México.
La poca ejecución y los bajos resultados económicos del actual gobierno han acelerado la exigencia de la gente y van a precipitar la contienda electoral que se dejará venir con cientos de propuestas para generar más empleos formales, hacer mayores inversiones y derrotar a la inseguridad reinante en casi todo el país.
La reactivación económica es el verdadero reto ministerial antes de empezar el tercer año de Gobierno, y no es menor, es el momento de dejar un verdadero legado de cosas materiales y reales. Colombia no puede soportar empatar los estragos de la pandemia con los estragos de un Gobierno Nacional inoperante; la economía colombiana se apalanca en cinco o seis regiones que no dejan morir la economía y una red bancaria, industrial, empresarial y emprendedora, sin igual en la región; por tanto no hay que llevar la situación a un estado de inanición; hay que empezar a actuar como propósito nacional.