Editorial

La revolución de la factura electrónica

La andanada contra la tributaria no ha dejado ver que la factura electrónica se convertirá en una exigencia para deducir impuestos y una herramienta eficaz contra la evasión

Editorial

A nadie le gusta pagar impuestos ni siquiera por solidaridad en tiempos de pandemia, actitud que no ha dejado ver que tras el articulado propuesto al Congreso también hay buenas iniciativas que no deben dejarse pasar en esta oportunidad y hay que aprobarlas ara seguir avanzando, como es el juego que se le da a la factura electrónica. Hay más de 580.000 empresas y negocios que ya expiden el comprobante de una transacción de manera electrónica, sumando más de 5 millones de documentos cada día, una cifra que en menos de dos años puede triplicarse, más aún si los consumidores y usuarios de un servicio así lo exigen y ayudan a reducir la evasión de muchas personas naturales que no pagan impuestos, incluso transan con sus clientes un precio con IVA y otro sin IVA, lo que claramente es un delito en contra de todos.

La tributaria que tiene en sus manos el Congreso sugiere que todos los compradores de un producto o un servicio deben pedir la factura electrónica, porque este documento le sirviera para llevar a su declaración de renta de personas naturales; es el primer país en la región que da este salto en tributación que era una suerte de sueño. En adelante para poder deducir un costo hay que presentar alguno de los documentos del sistema, nómina, importación o la factura. Pero lo más disruptivo es que si es el consumidor final, la factura va a servir como exención a la declaración de renta de persona natural y si es empresa será un soporte de costos. El gran paso en la formalización es que las personas van a recibir la declaración de IVA y renta sugeridas, prellenadas. Poco a poco la Dian estará más del lado del consumidor de los distintos productos y servicios que de los productores como sucede ahora. Por primera vez en la historia y con liderazgo en la región, la factura electrónica ayudará a sensibilizar a los consumidores que paga un IVA y que este dinero es parte sustancias de su declaración de renta y de institucionalización de los impuestos. Lo cierto es que con este paso se logrará bajar la evasión y sobre todo se destaparán las oscuras transacciones de “con IVA o sin IVA”.

En México con la factura electrónica el recaudo por evasión de IVA bajo de 29% al 16% en 4 años; en Brasil de 32% a 25%, en Chile de 26% a 19%, se espera que en Colombia las cifras sean mucho mejores, porque la Dian ha logrado copar las mejores prácticas. Así mismo, dado que las empresas van a pedir factura electrónica para sus costos, ayudarán a formalizar a los proveedores informales. Las exenciones que tiene previstas el Ministerio de Hacienda son 10% de la mediana empresa hacia abajo, 5% para clase media y 3% para los que ganan mas de 3.500 UVT promedio mensual, unos $10,5 millones. El otro avance es que las éstas facturas serán sujetas hacer factoring electrónico.

Hoy los obligados a facturar están desde 3.500 UVT ($127 millones ingresos brutos) se propone bajar a 1.400 UVT ($51 millones ingresos brutos) es decir que más gente facture, la definición de bajos ingresos con 3.500 UVT que es muy alta para las necesidades del país y estimula la informalidad. Todo el sistema de factura electrónica termina este año incluyendo la nómina, las importaciones y cuenta de cobro electrónicos. No todo es malo con la tributaria, y este capítulo es una muestra del atraso tributario que hay que reducir.

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