Editorial

Las cosas simples de la alegría de la Navidad

<p>El país entra de lleno en la época más feliz del año, días marcados por la alegría de la Navidad y la buena energía que siempre trae consigo un año nuevo.&nbsp;</p><p>&nbsp;</p>

Con el comienzo de las novenas de aguinaldos en la noche de este viernes, los colombianos entramos de lleno en la Navidad, última etapa de año que combina el fervor religioso por el nacimiento de Cristo con las vacaciones de final del año, lo que incluye el cierre de actividad para muchas empresas luego del esfuerzo realizado para cumplir las metas proyectadas, sujetas a la ocurrencia de factores, unos favorables y otros desfavorables. Para otras actividades, vinculadas a los negocios del momento, como el comercio, la gastronomía, el transporte, el entretenimiento y la hotelería hay una intensidad para mejorar o consolidar los resultados en los días que restan para cerrar este 2016, luego de prepararse para el efecto.

Aunque es evidente que con el cierre del año, las evaluaciones sobre los negocios no se pueden dejar de lado, también es aconsejable hacer un paréntesis en esta época para hacer una reflexión simple de la vida y los asuntos cotidianos en aspectos que influyen en forma determinante en la salud y ánimo de la gente y por ese camino en la situación del país. Hay que hacer alusión a hechos de gran importancia como el premio Nobel de Paz que hace unos días recibió el presidente Santos como un reconocimiento internacional por su persistencia en lograr un acuerdo con la guerrilla,  pero en forma paralela no se puede dejar de pasar por alto la decisión de la mayoría de colombianos de “ponerle un freno” al acuerdo de La Habana, resultado que para muchos resultó extraño, pero que no se puede desconocer dentro del ejercicio democrático. Quizás ahora lo que debe incluirse en los propósitos de la Navidad es que los colombianos dejemos atrás rencillas y malas maneras de unos contra otros y se busque así la verdadera concordia que permita unir energías y fuerzas para que el progreso y bienestar puedan consolidarse.

Por estos días hay dos temas de gran trascendencia que deben definirse y que afectan la vida de todos, sin distinción de clase ni condición política y religiosa: la aprobación de la reforma tributaria en el Congreso y la definición del salario mínimo para una gran cantidad de colombianos que están en la parte baja de la pirámide social. Sin duda, quienes están en la toma de decisiones en los dos asuntos deben poner toda la buena voluntad y conocimiento para alcanzar el mayor equilibrio social, lo cual no resulta fácil. La época es propicia para pedir  inspiración no terrenal en el logro de objetivos.

Los mayores gozan mucho, pero para los niños es un momento muy especial que no deben olvidar, siempre y cuando la alegría de las novenas, las villancicos y los regalos estén en la agenda social. Es quizás otro propósito grande: que nuestros niños no sean más objeto de la violencia y que casos como el de Yuliana nunca más vuelvan a ocurrir en el país. Por ahora, solo resta disfrutar los días de la Navidad, que la paz reine en todos los hogares y familias y que las celebraciones se hagan con mesura, cuidando la salud física, mental y económica.