Editorial

Las mujeres empresarias olvidadas

Un mea culpa y una reflexión sobre la ausencia de mujeres entre los empresarios regionales del año se convierten en un llamado a ser incluyente en la información

Editorial

A lo largo de casi dos décadas, LR, ha distinguido la labor de un empresario del año con base en el Índice de Menciones Diario publicado en cada edición del periódico impreso. Ese termómetro de la actualidad empresarial se construye a partir de más de 80 noticias diarias publicadas en la edición impresa y digital; al final del año se consolida el ranking de dichas menciones y se filtra por las empresas y empresarios con el mayor número de registros asociados a la responsabilidad social, la innovación, las inversiones, la generación de empleo y demás temas que desarrollan y hacen crecer la economía colombiana.

El año pasado la pandemia opacó la labor económica en general, al tiempo que hubo un nutrido grupo de empresarios que hicieron noticias positivas y no dejaron que la economía tocara fondo, pero en especial fueron las empresas regionales las que empujaron en una auténtica demostración del poder de las economías obligadas a localizarse por cierres, cuarentenas, horarios y demás acciones decretadas por los gobiernos locales, regionales y nacionales para frenar la estela de destrucción y muerte del virus. Al final se elabora un listado de nominados y se envía a una encuestadora proba en mediciones de mercados y estudios de opinión pública para que consulte 600 puntos muestrales entre empresarios, presidentes y gerentes en todo el país.

Por ser un año atípico, se hicieron encuestas en seis zonas o regiones, de tal manera que fueran los mismos empresarios quienes eligieran al más destacado de su entorno o mercado. Sergio Martínez, CEO de Keralty, ganó en la zona Capital; Gabriel Mesa, gerente de EPS Sura, en la zona Antioquia; Vicente Borrero, director de la Fundación Valle del Lili, en la zona Pacífico; Giovanny Mesa, gerente de AudiFarma, en la zona Cafetera; Christian Daes, COO de Tecnoglass; en la zona Caribe y Juan Felipe Montoya, gerente general de Incubadora Santander en la zona Santanderes. Muy merecida toda la distinción en especial a las empresas del sector salud que no han sido inferiores al reto de sacar adelante al país en la coyuntura sanitaria.

Pero se pecó y hacemos un mea culpa y un punto de reflexión al no incluir mujeres en todos los listados, tal como se había hecho en años anteriores. Ser incluyentes en la información económica y destacar el papel de la mujer en los negocios, la economía y las finanzas, no solo es un deber en pleno siglo XXI sino una obligación mediática de mirar las cosas con otros ojos; por ejemplo, qué pasaría si en el listado de las 100 o 200 empresas más importantes del país hubiese más mujeres; por qué hay sectores en los que las mujeres dominan los segundos niveles, pero no acceden a los puestos de dirección y mando; qué está pasando con las empresas familiares y sus líneas de remplazo. Inquietudes que no sobran y que este sea un momento en donde la inclusión femenina sea un imperativo. Como periódico nos comprometemos a mirar más en detalle la evolución de las mujeres en las empresas, a incluir más información de empresas que tengan como horizonte la inclusión, pero sobretodo, a hacerle seguimiento a la cada vez más necesidad de que las mujeres tengan las mismas oportunidades de desarrollo profesional que han disfrutado los hombres. Algo tiene que cambiar y qué mejor que abrirles escenarios empresariales a una parte de la sociedad fundamental que siempre ha estado a un lado.

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