Editorial

Lista la tributaria solidaria, ahora más ahorro

A mediados de abril el Gobierno Nacional habló de esta tributaria. Después de muchos líos es un hecho que recaudará unos $17 billones, pero hay que recordar el ahorro estatal

Editorial

En pocas épocas de la historia económica del país había sido un imperativo urgente atender con prontitud a los más vulnerables, reactivar la economía y lograr mayor inversión social. Casi 20 meses de pandemia han golpeado el comercio, los ingresos de las familias y la normalidad de la actividad económica.

Más de 21 millones de colombianos hoy viven en la pobreza y siete de ellos en pobreza absoluta, se han convertido en una bomba social que es urgente desactivar cuanto antes. Y esa penosa situación solo se aminora o reduce con dinero estatal, de impuestos y políticas públicas quirúrgicas enfocadas a ayudar a las empresas a generar empleo. Esa dramática situación social fue la causa de las violentas protestas, bloqueos y vandalismo que sacudieron al país el pasado mayo, situación que arrasó con la primera propuesta tributaria y descabezó al equipo económico del Gobierno, pero al final se volvió a coger el camino ortodoxo, los empresarios asumieron la responsabilidad solidaria y fue aprobada una nueva cascada tributaria por unos $17 billones, la más alta en recaudo de los últimos años.

Los pilares fundamentales de esta contribución son el impuesto a la renta de personas jurídicas, que a partir de 2022 será de 35%, la sobretasa a las instituciones financieras de 3% de 2022 a 2025, las herramientas antievasión de la factura electrónica y, por supuesto, la modernización de la Dian en los procesos de recaudo.

La aprobación de la nueva tributaria es un gran paso para conseguir la prolongación del programa Ingreso Solidario hasta diciembre de 2022, la ampliación del Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef), el incentivo a la creación de nuevos empleos, el acceso de las cooperativas de trabajo asociado a las medidas de empleo o el apoyo adicional a las empresas que estuvieron afectadas por el paro. Acciones fundamentales para que la economía colombiana logre la recuperación deseada y pueda generar más empleos formales, que es la esencia o la piedra fundamental para reactivar la inversión y el consumo, como motores para alcanzar el crecimiento del PIB por encima de 7% durante este año y 4% en 2022.

La reforma tributaria aprobada por el Congreso sin muchos aspavientos es simple, pero muy efectiva en términos de recaudo y de concertación política, cumplió su promesa de no meterse en los ingresos de las personas naturales ni de cargar en exceso a las empresas, pero no habla mucho del ahorro estatal que debe ser el colofón en cada petición de nuevos recaudos.

El plan de austeridad no debe estar en un articulado tributario, pero sí debe acompañar el ideario del buen manejo de los recursos públicos; es crucial que se le pongan cifras al ahorro público, de tal manera que se envíe un mensaje a los contribuyentes de que su dinero rendirá y será manejado con rigor y eficacia.

En Colombia hay que acabar ese viejo dicho popular (o argumento peregrino) de que no se pagan impuestos para que no se los roben; eso no es cierto, el país avanza en muchas cosas silenciosas como la salud, la educación, la infraestructura y ha disminuido la precariedad del inmobiliario metropolitano y rural, no como se quisiera, pero se ha avanzado a partir del aporte empresarial y de la inversión social. Colombia ha cambiado y no se puede perder la esperanza y la solidaridad.

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