Editorial

Llegó la hora de trabajar con Venezuela

Una cosa es verdadera, habrá chavismo para rato. Hay que aprovechar ese mercado y esperar que ayuden con la paz

Una cosa es verdadera, habrá chavismo para rato. Hay que aprovechar ese mercado y esperar que ayuden con la paz

Derrotar a un candidato Presidente es una tarea aparentemente democrática bien complicada para los contrincantes, y que en muy pocos casos ha dado resultado. Hugo Chávez fue imbatible en Venezuela, así como Barack Obama lo será en Estados Unidos. Esa es una de las lecciones más claras que nos dio la jornada electoral en el vecino país y que debemos asimilar con el sueño democrático que debe forjarse en la región.

La jornada dominical en Venezuela fue positiva, pues por primera vez la oposición votó unida contra el régimen bolivariano y logró una importante participación. Si bien esta vez las cosas no se dieron, el caudal electoral sí muestra que las cosas están cambiando y que dos fuerzas con pensamientos antagónicos son necesarias en los regímenes con visos totalitarios. La fuerza desatada por Enrique Capriles no se debe dejar perder como una alternativa de poder para los próximos seis años, o para unas elecciones anticipadas por alguna causa por fuera de los tiempos de la democracia. Venezuela siempre ha sido un país de regímenes largos que han vivido de su riqueza petrolera, y ahora el fenómeno representado por el joven líder de la oposición es una luz de cambio que apenas comienza y que no se debe dejar apagar.

En lo que nos concierne en Colombia, debemos aprovechar dos fuerzas muy benéficas para el país político, económico y social. La primera es la que tiene que ver con el proceso de paz y el papel que debe jugar el presidente Chávez, quien es determinante para firmar un tratado de larga duración con la guerrilla. Ojalá las relaciones entre los dos países y los dos presidentes en ejercicio se mantengan estables para que la paz sea una realidad. De nada se vale pelear ni desafiar al gobierno que los propios venezolanos decidieron revalidar. El otro punto son las exportaciones.

Según análisis de Sergio Clavijo, presidente de Anif, “el Acuerdo Comercial firmado entre Colombia y Venezuela jugará un papel clave. La reconquista del mercado venezolano luce entonces promisoria, si se tiene en cuenta que se logró una negociación del 90% de las partidas arancelarias por las cuales Colombia le exportó a Venezuela durante 2006-2011; más una rebaja arancelaria del 40%-80% para los productos considerados por Venezuela como sensibles, cubriendo un 20% de las exportaciones colombianas a ese mercado”. También dice que este es uno de los momentos cambiarios favorables: la tasa de cambio cruzada peso-bolívar muestra una devaluación real promedio del 18% anual en 2012, gracias a que la tasa de cambio bolívar-dólar ha permanecido estable alrededor de Bs$4.8/dólar, y a que la apreciación de la tasa de cambio peso-dólar se ha ido reduciendo.

En pocas palabras debemos mirar a Venezuela como a un aliado no como un problema.