Editorial

Lo que pinta la economía en Harris vs. Trump

Gráfico LR

Lo que se dice de la campaña: “en materia de impuestos, déficit y precios, Trump, Biden y Harris parecen decididos a destruir tantos principios económicos como sea posible”

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Diario La República · Lo que pinta la economía en Harris vs. Trump

Greg Ip es uno de los columnistas más seguidos del The Wall Street Journal, escribe un análisis semanal bajo el rótulo de Capital Account, en donde van sus puntos de vista sobre lo que sucede en la gran economía. En su última entrega titulada ‘El año en que los políticos dieron la espalda a la economía’ relata que “es demasiado pronto para predecir el ganador de las elecciones presidenciales de noviembre, pero no demasiado pronto para predecir el perdedor: la economía”.

Una sentencia que preocupa por aquello de que cuando Estados Unidos tose, la economía del mundo se resfría; más la economía de Colombia que aún tiene a Estados Unidos como el primer destino de las exportaciones y entre los primeros en importaciones, de lejos es el mejor aliado de los empresarios colombianos que están enfocados al comercio internacional.

Ip dice que “los economistas desaconsejan sistemáticamente los controles de precios, los aranceles, los impuestos discriminatorios y los déficits presupuestarios más amplios. Donald Trump, Joe Biden y Kamala Harris están considerando algunas de esas medidas o todas ellas. Nadie espera que los principios económicos siempre prevalezcan sobre otras prioridades, y hay ocasiones en que los controles de precios, los aranceles y los déficits son, en realidad, una buena política económica”.

En sus palabras, los candidatos no se han limitado a rebajar los principios económicos, sino que los han desechado por completo. Es como si quisieran mostrarle el dedo medio al establishment económico.

Para la muestra un botón: el expresidente Trump ha propuesto poner fin a los impuestos sobre las propinas, idea rápidamente adoptada por Harris, que a juicio de los economistas es inequitativa e ineficiente.

“Es injusto porque gravaría más a las personas que reciben su salario principalmente a través de salarios, como los cocineros, que a las personas similares que reciben su salario principalmente a través de propinas, como los camareros”. Debates económicos minúsculos, pero llenos de mensajes ideológicos, “ineficiente porque recompensa una forma de compensación torpe y a menudo arbitraria”.

Harris ha hablado de quitar los beneficios fiscales federales a los propietarios corporativos que aumenten los alquileres más de 5% y tomar medidas enérgicas contra la especulación con los precios, en otras palabras, meterse con la oferta y la demanda. Ip plantea que los controles de precios se justifican cuando unas pocas empresas gozan de poder de mercado, porque son monopolistas u oligopolistas, o por una emergencia.

Esas condiciones no se aplican a los apartamentos o a los alimentos. Trump ha tildado las propuestas de Harris de socialismo, pero él también (a los ojos de Ip) tiene debilidad por los controles de precios. En donde sí hay un absoluto divorcio entre los candidatos y los economistas es en la postura sobre China: “los economistas sienten una aversión visceral por los aranceles. Son un impuesto a las importaciones, y las importaciones son bastante útiles. En los últimos años ha surgido una visión más matizada. Los aranceles de Trump a China, que Biden mantuvo y Trump ahora propone ampliar, reducen la vulnerabilidad de Estados Unidos ante un adversario geopolítico”, pero es un duro golpe geopolítico que traerá consecuencias para el orden

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