Editorial

Los asuntos de Estado y la coyuntura

¿Fue discutida la reforma pensional en el gobierno como debe ocurrir con los temas que superan la coyuntura?

No puede menos que generar sorpresa la reacción del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, acerca de la oportunidad para discutir el proyecto de reforma pensional que su colega de Trabajo, Rafael Pardo, dio a conocer  luego de anuncios previos. Pero hay que ser precisos. Minhacienda no ha hecho reparos al contenido del proyecto, que seguramente conoce dado que la iniciativa tiene implicaciones en las finanzas. Ha afirmado que en orden de prioridades, el Gobierno debe enfrentar primero los problemas financieros de la salud antes que una reforma pensional. Y tiene razón, así el vicepresidente Garzón haya salido, una vez más a dar declaraciones, esta vez de respaldo al Mintrabajo. La realidad parece sencilla: así la salud tenga problemas estructurales, enfrenta una situación delicada que debe ser atendida con un plan de choque. 
No ocurre lo mismo con el manejo de las pensiones, dado que una medida que se adopte hoy no tendrá efecto sobre la coyuntura, sino que afectará las mesadas del futuro. Solo con esa visión se garantiza la sostenibilidad del modelo pensional y se evita estar atacando un problema de largo plazo con leyes y medidas  de corto plazo. Por otro lado, un factor adicional refuerza la posición de Hacienda, así él no la exprese. Hay que tener en cuenta que entró la campaña electoral en un marco interesante, las negociaciones de paz con la guerrilla.
Por encima de todas esas consideraciones, hay una que preocupa y que tiene que ver con el manejo de los asuntos de Estado y lleva a plantear un interrogante: ¿la reforma pensional fue discutida al interior del gobierno como debe ocurrir con los temas que superan la coyuntura? El manejo del Estado incluye asuntos distintos, sobre los cuales el Ejecutivo no puede estar presente y en eso la diferencia de estilo entre Santos y Uribe es clara, independiente de las bondades o defectos de cada esquema. Pero otra cosa son los asuntos que trascienden el día a día y hacen parte de la agenda-país y que tienen que ver, entre otros, con las relaciones internacionales, la seguridad, las políticas económicas, sociales y temáticas que tienen un efecto contundente sobre el bienestar futuro de la población, como el medio ambiente, la educación, la salud y las pensiones. Estos asuntos no pueden quedar al arbitrio o manejo sectorial en los ministerios, como tampoco pueden ser usados con fines electorales. Deben estar dirigidos por el ejecutivo, así la presentación sea un asunto del equipo de gobierno.
Por eso deja un mal sabor lo que ha ocurrido con la reforma pensional, reiterando que no se cuestiona o se destaca el contenido del proyecto, al menos todavía, asunto que merece una discusión muy amplia y que involucre a todos los interesados y afectados.