Los ricos también lloran
viernes, 11 de octubre de 2013
<p>¿Qué es el techo de la deuda? es la cifra que EE.UU. puede pedir prestada en los mercados para cumplir con sus obligaciones</p>
Desde diciembre de 1995 no se presentaba una situación económica tan agobiante en Estados Unidos como la que se está viviendo por estos días en la administración del demócrata, Barack Obama. Hace un par de semanas los congresistas republicanos lograron cerrar el gobierno federal, una situación que podría hacer que la primera economía del mundo -mayor socio comercial de Colombia- a suspender los pagos y devolver el país nuevamente a la recesión, una situación que golpearía la recuperación que viene presentando Europa.
Vivimos un mundo globalizado e interconectado por las finanzas y el libre flujo de bienes y servicios, y en ese contexto, Estados Unidos no es un actor cualquiera, es el Actor Principal del orden económico global actual. El techo de la deuda es el monto de dinero que el Gobierno central puede prestar en los mercados para pagar obligaciones sociales como pensiones, sueldos, salud, seguros y muchos subsidios. Al día siguiente de la fecha límite, se entraría en suspensión de pagos. Hoy por hoy, el tope es de US$16,7 billones. El problema es que la administración Obama se gastó esa cifra hace varios meses y desde entonces ha hecho toda clase de maniobras para poder cumplir con las obligaciones, pero el modelo económico y financiero de emergencia durará hasta el jueves 17 de octubre, fecha crucial.
Existe un techo de la deuda para evitar que los gobiernos se endeuden sin pasarle la cuenta de cobro a las próximas generaciones y la aprueba el Congreso con un mecanismo para equilibrar las fuerzas políticas entre el ejecutivo y el legislativo. La historia aquí es importante: desde 1960 ese monto se ha elevado casi 80 veces. En 1979, Estados Unidos estuvo en suspensión de pagos durante casi un día, y en 2002, se logró elevar el techo de deuda por un voto y a pocas horas antes del límite. Cada vez más con mayor frecuencia, esta prerrogativa del legislativo estadounidense se usa con mayor frecuencia para lograr dividendos económicos o posiciones de negociación.
El caos que una situación de suspensión de pagos generaría llevaría a las economías emergentes a una crisis irremediable e internamente habría una explosión social, pues los jubilados no recibirían salario; los hospitales no tendrían dinero para funcionar; el pago de la cuantiosa deuda externa se dejaría de amortizar, y lo que más le pegaría a una economía como la nuestra es que valor del dólar caería a mínimos históricos. Obviamente, es Estados Unidos y esta situación ya se ha vivido antes y lo más probable es que no se llegaría a esta situación. Pero toda esta problemática nos refrenda el viejo comentario de que si Estados Unidos estornuda a nosotros nos da gripa