Editorial

Luces y sombras en el dato del desempleo

Gráfico LR

La mayoría de sectores sigue creando trabajos, pero la tasa de desempleo desestacionalizada volvió a subir y muestra señales de deterioro ante una economía que se desacelera

Editorial

Las cifras del mercado laboral que dio a conocer el Dane ayer son un síntoma de que la desaceleración económica ya se empieza a sentir en la generación de empleo, si bien hay sectores que todavía sostienen la creación de nuevos puestos de trabajo. Según las estadísticas oficiales, para septiembre de 2023, la tasa fue de 9,3%, lo que significa que hay 2,3 millones de personas sin empleo.

Si bien esta cifra muestra una caída respecto al dato del mismo mes de 2022, cuando se observa la tasa desestacionalizada, que elimina las variables estacionales propias de la economía, las noticias no son tan positivas.

El mismo informe del Dane mostró que la tasa de desempleo desestacionalizada subió a 9,5% en el total nacional, mientras que en el dato de las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas la cifra llegó a doble dígito hasta subir a 10,1%, algo que no sucedía desde abril de este año y que además muestra un detrimento por tercer mes consecutivo para las zonas urbanas.

Es de resaltar cómo la creación de empleo continúa liderada por la administración pública, con 236.000 personas ocupadas nuevas; seguida del segmento de transporte y almacenamiento, que sumó 232.000 empleos. Además, el sector de actividades artísticas y entretenimiento, que se ha venido convirtiendo en un verdadero motor de la economía, sumó 156.000 empleos.

Sin embargo, aunque el grueso de los segmentos sigue generando trabajo, la desaceleración de la economía comienza a verse en el mercado laboral. Recordemos que, en agosto, según el Indicador de Seguimiento, la economía colombiana solo creció 0,23% anual y, desde enero hasta agosto, tan solo registró un crecimiento de 1,34%.

Las expectativas para el resto del año no distan mucho de esos números. Según las cuentas que maneja Fedesarrollo, el crecimiento no irá más allá de 1,5% este año, en medio de un panorama en el que ha habido “una caída constante en la inversión y a una marcada disminución en el consumo de los hogares”. Ayer, el Banco de la República subió su estimación de crecimiento, pero igual no irá más allá de 1,2%. Todo esto en un contexto en el que se mantiene la tasa de inflación alta, en medio de los incrementos del precio de la gasolina.

El mismo Fedesarrollo estima que en el último trimestre del año la tasa de desempleo “se mantendrá estancada o experimentará un ligero aumento”, dada la desaceleración de la economía. Por eso, llama la atención que desde el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Trabajo no haya un mensaje claro para el crecimiento de la economía y la generación de empleo en asocio con el sector productivo, si bien el ministro Ricardo Bonilla ha defendido que este empezó desde que se realizó la adición al presupuesto de este año.

Lo cierto es que, más allá de la ‘reformitis’ que ha guiado a este gobierno, se está en mora de echar a andar una política para que la economía crezca y ayude a impulsar a un mercado laboral que comienza a dejar signos de deterioro.

Toda la fe no puede estar en que el empleo lo genere el mismo Estado, sino que debe ir de la mano de un trabajo conjunto con las empresas, especialmente de sectores como el de la agricultura y el turismo, que siguen destruyendo empleo a pesar de que desde el gobierno los ha considerado el eje central de las políticas de este cuatrienio.

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