Editorial

Más optimismo por crecimiento de la economía

Con la revisión al alza del crecimiento del primer trimestre a 3,1% y el 3% de repunte entre abril y junio, se siembran esperanzas de que la economía será más dinámica en este semestre

Editorial


Dando muestras de gran resiliencia, la economía colombiana registró un crecimiento de 3,1% entre enero y abril y de 3% en el segundo trimestre del año que cubre los meses de abril a junio. Contra todos los pronósticos, el PIB colombiano entra en una fase de franca recuperación en un entorno adverso de la economía mundial y alcanza 3,05% en lo que va corrido de este 2019. El primer dato del año -que era de 2,8%- se revisó al alza luego de que el Dane hiciera sus ajustes y lo subiera en tres décimas que hacen soñar con que el comportamiento de este segundo semestre sea mucho mejor. Pasar de 2,8% a 3,1% entre enero y marzo se justifica luego de profundizar en los comportamientos de las actividades profesionales, científicas y técnicas (que pasaron de 3% a 3,6%) y la administración pública (que dio un salto de 3,3% a 4,1%). Al observar en detalle el ritmo de los sectores, se nota que el optimismo empieza a ganar terreno: el comportamiento del consumo privado es la mejor muestra de que la confianza empresarial avanza a terreno positivo y la del consumidor repunta con el paso de las semanas. Se destacan en este nuevo contexto de franco crecimiento que sectores como comercio, administración pública, actividades inmobiliarias y el sector financiero, registran crecimientos superiores al promedio y muestran que los servicios lideran la recuperación. Si se mira el gasto, la demanda interna, liderada por el consumo privado creció en el primer semestre 4,5%, y la inversión 4%. Hay que analizar qué está sucediendo con el consumo en el sector público que no registra cifras superiores a 3%. La balanza comercial del PIB arroja datos negativos al crecimiento de 1,6%, donde se evidencia el déficit en cuenta corriente, que según los analistas, seguirá más arriba de 4% del PIB este año; este desbalance externo sigue siendo una de las vulnerabilidades sobre las que alertan los empresarios.

Los sectores sobre los cuales se soportó el crecimiento en el segundo trimestre fueron el comercio al por mayor, al crecer a un ritmo de 4,8%; seguido de las actividades financieras y de seguros, con un crecimiento de 4,6; y la información y comunicaciones, con 4,2%. Muy importante, lo cual hace presagiar un mejor segundo semestre, es que el sector de la construcción pasó al terreno positivo al crecer a un ritmo de 0,6%, superior a la cifra de -4,9% del mismo periodo del año anterior y al dato de -5,5% del trimestre pasado. La actividad no residencial pasó de -8,7% a -5,6%; por el contrario, las obras civiles crecieron 13,9%, una cifra que promete ser uno de los motores para lograr el alza prometida al final del año de 3,6%. La industria solo creció 0,6% debido a los datos negativos de abril y junio afectados por las actividades de refinación de azúcar, golpeadas por las abundantes lluvias de este año. La explotación de minas y canteras cayó de crecer a un ritmo de 5,3% a 1,2%.

El PIB necesita crecer más allá de 4% para ajustar lo previsto en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, en el que habla de 3,6% para todo este año, un porcentaje que no parece ser distante si se observa que todos los sectores estratégicos han entrado en un terreno más positivo; a lo que se debe sumar el pleno respaldo que la actividad empresarial hace a las políticas públicas del Gobierno Nacional, que arranca un segundo año con buenos aires de recuperación.

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