Editorial

Misión y Censo, estrategias más que ganadoras

<p>La Misión Rural y el Censo agropecuario son las dos estrategias que necesita el campo para poder desarrollarse.</p>

Por fin a la locomotora del agro se le están dando dos herramientas técnicas para que pueda verdaderamente salir de la estación en la que estuvo parada durante cuatro años. El Censo Nacional Agropecuario que viene desarrollando el Dane con su director Mauricio Perfetti a la cabeza y la Misión Rural que ha emprendido el Departamento de Planeación Nacional de la mano del economista, exministro de Hacienda y de Agricultura, director de la Cepal, además de candidato a dirigir el Banco Mundial, José Antonio Ocampo, son sin lugar a dudas las acciones de políticas públicas más serias y consistentes que ha emprendido el Ejecutivo para fortalecer el sector agropecuario.

Perfetti viene de trabajar recientemente en el Ministerio de Educación y la Federación de Cafeteros, por lo que tiene un experiencia profesional y un amplio panorama de lo que verdaderamente representa el campo colombiano para la economía, la política y la seguridad nacional, y seguramente llevará a buen puerto el crucial Censo Agropecuario que su antecesor quiso politizar. ¿Qué esperamos del estudio de campo? Que brinde la foto real de lo que está pasando en el agro. Que responda a preguntas clave como qué cultivar, dónde cultivar y cuál es el la conformación antropológica y sociológica de los habitantes rurales de un país cada vez más urbano. La población mundial y la urbanización de los países desarrollados le obliga a Colombia a ser una despensa regional y global, pero para lograrlo debe saber qué tiene y cómo explotarlo.

Y nadie mejor que el economista Ocampo, hoy profesor de la Universidad de Columbia para desarrollar la Misión Rural, una tarea, que tiene un cronograma previsto a 20 años, un ambicioso proyecto que ojalá llegue a buen puerto. El exministro cuando estuvo en la cartera del agro lanzó las cinco estrategias para revivir el campo colombiano, pero no tuvieron continuidad durante los gobiernos siguientes al de César Gaviria. Siendo ministro de Hacienda impulsó de la ley que creó las unidades agrícolas familiares. Esta misión no tiene manera de fracasar pues contará con el apoyo permanente de la Cepal, del Centro de Estudios Regionales Cafeteros y Empresariales, la Universidad del Rosario y por supuesto de Planeación Nacional, esta última entidad que debe volver por sus fueros iniciales y planear el país económico.

Nadie pone en duda que al campo colombiano se le ha invertido mucho dinero público y privado durante los últimos años, pero no han sido eficientes las estrategias diseñadas para producir esos capitales. El Banco Agrario y Finagro, pueden mostrar resultados fehacientes de dinero entregado, pero son pocos los resultados transformadores. Ojalá Ocampo y Perfetti pinten el campo del futuro.