Editorial

Muchas ventanas abiertas

El Gobierno tiene varios frentes de situaciones críticas abiertos y le sigue metiendo temas sensibles sin cerrar nada

El Gobierno tiene varios frentes de situaciones críticas abiertos y le sigue metiendo temas sensibles sin cerrar nada

En estrategia militar Estados Unidos le enseñó a la humanidad que estaba preparado para llevar las riendas del liderazgo mundial por muchas décadas, pocos meses después del desembarco en Normandía, cuando emprendió la guerra en el Pacífico al mismo tiempo que lanzaba sus tropas para sacar a los alemanes de los países ocupados en Europa. Corría el primer lustro de la década de los cuarenta y poco a poco se sembraba la idea de que es poderoso quien puede librar muchas batallas al mismo tiempo sin sufrir muchos desgastes.

En la vida cotidiana esa fue la herramienta que desarrolló Bill Gates con su sistema Windows que le permiten al hombre contemporáneo trabajar en varias cosas al mismo tiempo sin tener que aceptar la vida como si fuera una cadena de montaje en la que hay que terminar una actividad para arrancar otra. Esa realidad se ha acentuado mucho más en los últimos dos o tres años con la aparición de las redes sociales, los teléfonos inteligentes y la llegada al mercado laboral de jóvenes multi-tareas que hacen de todo al mismo tiempo. En pocas palabras que pueden trabajar en muchos frentes con altos niveles de acertividad.

Los gobiernos de los países lo hacen todo el tiempo: reforman sus sistemas de pensiones, de salud, afrontan protestas laborales, se sientan con centrales obreras, grupos de presión, tienen diferendos internacionales, luchan contra los problemas de sus poblaciones más desvalidas. En fin gobiernan todo el tiempo en múltiples ‘ventanas abiertas’ a través de la aplicación de políticas públicas. Pero siempre van cerrando ventanas, van solucionando problemas, van entregando tareas, sin pensar mucho en el desgaste de la popularidad. El ex presidente Álvaro Uribe sentenció la situación hace más de año y medio cuando dijo que este gobierno era de anuncios, y el tiempo le ha dado la razón.

Para cerrar ventanas hay que entregar cosas concretas y para hacerlo hay que rodearse de las personas más idóneas para las maniobras ejecutivas. Sorprende que el Presidente se ha dejado colgar en temas sin resolver, pues en todos los ministerios que ocupó siempre se caracterizó por ser eficaz en el manejo de la hacienda pública, en el comercio exterior y en la cartera de Defensa. También es curioso que en la última encuesta de Gallup, la más antigua sobre la gestión presidencial, Santos se raje en favorabilidad, pero en términos de administración le vaya mejor. Hay una clara crisis generada por los temas sensibles como es la revaluación, los diálogos de paz, el proceso electoral que se avecina, la pérdida del mar con Nicaragua, y lo que es más complicado, el enrarecimiento de la economía por el recesivo contexto mundial que se atraviesa.