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No es malo tener más fuentes de financiación

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Que Colombia sea cliente del Banco de Desarrollo del bloque económico de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, no es malo y debe entenderse como otra alternativa de financiación

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Diario La República · No es malo tener más fuentes de financiación

La geopolítica está cambiando a pasos agigantados y Colombia debe estar al tanto de lo que está pasando cada minuto e identificar cuáles son las tendencias que redefinirán el mundo económico.

La actual banca multilateral, dominada por el Fondo Monetario Internacional, FMI, y el Banco Mundial, es hija de la Conferencia de Bretton Woods, en julio de 1944, cita a la que acudieron representantes de 44 países para fijar los derroteros de la cooperación económica internacional que evitara crisis financieras al futuro.

Colombia participó en el evento con el exministro de Hacienda, Carlos Lleras Restrepo, y desde entonces el país ha mantenido una muy buena relación con estas instituciones, al punto que ser fuerte en la interlocución con dicha banca multilateral ha sido una de las fortalezas de los ministros de Hacienda desde entonces.

Tanto el FMI como el Banco Mundial han sido piezas claves para la estabilidad monetaria internacional y han ayudado con préstamos a todos los países con problemas de balanza de pagos.

Más el FMI que el Banco Mundial, que tuvo siempre un enfoque más europeo; la conformación de la Unión Europea y el exponencial crecimiento de las economías del sudoeste asiático, reconfiguraron el papel de las financieras multilaterales, que vieron nacer otras microregionales que les han empezado a hacer mella en su rol fundamental; desde los años 50 hasta la fechan han ido naciendo docenas de bancos de desarrollo de países y grupos de naciones que comparten el objetivo de fomentar la estabilidad económica global y el crecimiento.

El Banco Asiático de Desarrollo, el Banco de Desarrollo de China, el brazo financiero del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, Apec, y ahora la Iniciativa de la Franja y la Ruta, BRI, de China, se han convertido en una alternativa de recursos financieros para financiar obras de infraestructura en país emergentes, más si tienen acceso al Océano Pacífico.

De alguna manera el Banco Central Europeo, juega el mismo papel para los países del Viejo Continente, lo mismo que el Banco Africano de Desarrollo, para África.

Desde que emergió a principio del siglo XIX el gran poder de mercado de los países emergentes, particularmente de China, India y Brasil, el equilibrio de la banca multilateral ha empezado a cambiar, y poco a poco en el panorama financiero global, el Banco de Desarrollo de los Brics, el bloque económico conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, comienza a fortalecerse.

Nadie, por más negacionista que sea del cambio de época, puede ocultar que la presencia de China e India en el concierto internacional es más que una realidad y que con mayor frecuencia las economías necesitadas de financiación acuden a bancos de desarrollo con mejores tasas que los tradicionales; tal como sucede en la banca comercial, no es malo que haya más alternativas de financiación para países como Colombia que ha decidido romper la regla fiscal y endeudarse al antojo del gobierno de turno.

Que Colombia tenga cupo de endeudamiento en el banco de los Brics, no debe verse como una amenaza, sino como oportunidad para tener recursos más baratos.

Ya hay más de una docena de grandes proyectos de infraestructura financiados por China en territorio colombiano, igual situación se experimenta en los países vecinos, por tanto, no se puede ver ese cambio de época como algo negativo, lo malo será que los gobernantes sean malos administradores de los recursos prestados.

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