No hay debate serio por la crisis industrial

El ex ministro de Hacienda, Rudolf Hommes, ha puesto el dedo en la llaga al afirmar que en el tema de “la industria no ha habido un debate serio. Se recae una y otra vez en el proteccionismo cuando es precisamente por exceso de proteccionismo que no se transforma la industria y no progresa. Los industriales se aferran a lo que han venido haciendo, siguen enfocados en el mercado interno y no invierten lo suficiente en conocimiento y cambio técnico. Tampoco usan el conocimiento que existe en las universidades”. Y a renglón seguido sentencia: “la ingeniería colombiana posiblemente es de inferior calidad a la que se requiere por falta de uso. Los ingenieros están trabajando como gerentes y no inventando procesos o fundando nuevas industrias. Toda la atención la reciben problemas que pueden solucionarse desde los escritorios o gestionando subsidios, no en la planta”.

Pocas veces se ha enfrentado con palabras tan precisas como las del exministro, el entuerto que atraviesa la industria colombiana, que fue el único sector económico que el año pasado tuvo un desempeño negativo. Se ha hablado mucho desde hace un par de años sobre la desaceleración industrial que vive Colombia, pero pocas cosas se hacen. No es sino mirar los discursos de la Andi de hace tres o cuatro años, en los que el tema central era la urgente firma del tratado de libre comercio con Estados Unidos, lo curioso es que ahora que hay TLC el tema empieza a ser una amenaza, máxime si se suma a las mismas iniciativas con Corea del Sur y la Unión Europea.

La candidata a la Presidencia de la República, Martha Lucía Ramírez, lideró hasta hace unas semanas la Coalición para la Promoción de la Industria Colombiana, como un espacio para debatir la crisis del sector y en un texto fundamental para entender el tema plantea que “durante los dos últimos años hemos hecho un llamado enfático a la construcción de una política para la reindustrialización del país (...) creemos que el dinamismo de la economía global requiere estrategias que trasciendan los niveles macro y micro, y agreguen valor a las fortalezas y riquezas nacionales proyectándolas en función de la demanda local e internacional”. 

El Gobierno Nacional en cabeza del mismo Presidente ha puesto sobre la mesa de discusión un ‘Plan de Contingencia’ en donde se formulen soluciones eficaces para pasar el mal momento del sector, pero hasta ahora todo se ha quedado en un simple anuncio, en detrimento de una verdadera hoja de ruta que enderezca el rumbo de las industrias siderúrgicas, metalmecánicas, agroindustriales, textileras, cueros, automotor y farmacéutico. Este 2013 y 2014 no pueden ser los años que pasen a la historia como el lapso en el que se sepultó la industria colombiana, forjada por más de 60 años.