Peso revaluado y Presidente devaluado
martes, 26 de septiembre de 2023
La moneda colombiana es la más revaluada de este año, casi 19%, al tiempo que la mala imagen del presidente Petro se ubica en 61%, dos cifras que pueden amañar los análisis económicos
Editorial
Podría sonar simplista el argumento económico de que el peso colombiano se ha revaluado en proporción inversa a la caída en favorabilidad e imagen del presidente, Gustavo Petro. Es decir, mientras el precio del dólar cae, la mala imagen de Petro sube.
La situación es la siguiente: según las cuentas de Bloomberg, la moneda local se ha disparado casi 19% este año, el mayor aumento entre las más de 140 monedas analizadas. “El repunte se está produciendo por razones equivocadas.
La moneda se ha visto impulsada por los precios más altos de las exportaciones de petróleo de Colombia, que el Presidente quiere eliminar gradualmente, y una de las tasas de interés más altas del mundo, que está presionando al banco central para que la reduzca.
Es parte de un repunte más amplio de los activos colombianos que coincidió con el debilitamiento de Petro, que asustó a los inversionistas después de su elección el año pasado. El primer presidente de izquierda del país asumió el cargo prometiendo implementar una serie de reformas audaces a los sistemas tributario, de salud, laboral y de pensiones del país (...) A medida que su popularidad disminuyó y sus reformas se estancaron, el peso y los bonos gubernamentales registraron ganancias”.
Dicen los analistas que es inevitable que se visualice una relación directa e inversa entre el índice de aprobación de Petro y la fortaleza del peso. Cuanto menos popular se vuelve, más difícil le resulta aprobar sus reformas. “Lo que está descontado en el peso en este momento es que el mercado espera muy pocas probabilidades de que la agenda de Petro avance”.
La consecuencia podría ser que la moneda esté vulnerable si el Gobierno Nacional logra que se apruebe alguna de las reformas a la salud, las pensiones y al régimen laboral. “Si el mercado se equivoca en eso, definitivamente será un evento de cola”, advierten los analistas, pero Colombia siempre ha sido un “perro verde” en externalidades y cadencia de la política local.
Puede sonar presuntuoso o sobrevalorado culpar el empantanamiento de las reformas al modelo económico y a la caída en la favorabilidad del Presidente; Colombia sigue siendo un país muy débil en la diversificación de las exportaciones y con un porcentaje muy creciente del impacto de las economías subterráneas en el consolidado nacional.
La monetización de más de 250.000 hectáreas de coca en las economías regionales del suroccidente del país puede estar generando algún tipo de situación en la tasa de cambio, al tiempo que la volatilidad del petróleo pesa más que cualquier otro factor; un par de situaciones que son reales y poco entrelazadas en los estudios del Banco de la República, el Ministerio de Hacienda o Planeación Nacional.
Por ahora, lo cierto es que Petro ha tenido la aceptación más alta de sus dos antecesores a un año de comienzo de su administración. Para la misma fecha, Santos contaba con 30% de favorabilidad en su segundo mandato; Duque había caído a 26%; datos muy lejanos de las popularidades positivas de Uribe y Santos en sus primeras administraciones, quienes están por encima de 70%.
Pero tiene aún 33% de favorabilidad o 62% de desfavorabilidad, con el agravante de Murphy que dicta que todo puede empeorar, pues a diferencia de los presidentes anteriores, el actual sí quiere cambiar cosas estructurales y el tiempo se agota, el Congreso está en contra y seguramente perderá las alcaldías más importantes.