Petroleras a ritmo de mariachis

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, promulgó ayer las Leyes Secundarias de la Reforma Energética y adelantó una serie de medidas para acelerar la aplicación de la reforma, entre ellas la presentación de los resultados de la llamada ‘Ronda Cero’: las asignaciones de exploración y los campos de producción que conservará la estatal Pemex. Toda una verdadera batería de movidas estratégicas de grandes consecuencias en el sector energético en la Región, que enfrenta por estos días cambios significativos que se esparcen como pólvora desde Argentina hasta México, obviamente pasando por países como el nuestro, Colombia.

Peña Nieto dijo ayer que la reforma energética establece un nuevo desarrollo de la industria, abre las puertas a nuevas inversiones y a tecnología de punta, lo que se reflejará en el bolsillo de las familias mexicanas (...) La Reforma Energética mantiene rectoría de la industria y, entre los beneficios que ésta traerá, es que se reducirá la dependencia del exterior y asegurará su independencia energética (...) Reorganiza y reabre el sector en materia energética para llevar luz a menores costos (...) Mejorará los ingresos de las familias del campo ya que aumentará la disponibilidad de más alimentos (...) Se dará un impulso a la producción de crudo -que cayó desde los 3,4 millones de barriles diarios extraídos en 2004 a los actuales 2,4 millones- con la exploración y explotación de petróleo en aguas profundas, a donde la tecnología de Pemex no ha podido llegar hasta ahora (...) Y finalmente, en palabras del mandatario, con la reforma, Pemex reducirá paulatinamente la carga fiscal que entrega al Estado, que significa más de un tercio de los ingresos públicos de México, la segunda economía de América Latina.

Sin duda alguna, toda un revolcón que traerá cambios estructurales en términos de inversión petrolera en América Latina y que en muy poco tiempo traerá profundas repercusiones en Colombia. No necesariamente el modelo mexicano se impondrá en la Región, muy a pesar de las innovaciones como la creación de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección, sino por la atracción -a manera de aspiradora- que ejercerá sobre las inversiones en América Latina. Petroleras de la talla de Repsol y Pacific Rubiales, entre otras, que pudieran realizar más y mejores inversiones en Colombia, seguramente se podrán sentir atraídas por las oportunidades en México, pues la cercanía a Estados Unidos y la seguridad jurídica que ofrecen, son insumos superiores a la hora de tomar decisiones corporativas.

Pero también la reforma energética mexicana es un oportunidad para la misma Ecopetrol que está en capacidad de hacer inversiones por fuera de Colombia, lo que supondría verdaderamente entrar en las grandes ligas.