Editorial

Planeación para planear, no para manejar plata

Al DNP lo está corrompiendo el manejo de la plata presupuestal de inversión, debe volver a ser la gran entidad de planeación, no solo una oficina para atender a congresistas

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Diario La República · Planeación para planear, no para manejar plata

El Departamento Nacional de Planeación atraviesa por su peor momento de reputación en su larga historia. Uno de sus directores del Gobierno anterior está metido en escándalos de corrupción, una situación inédita en una entidad que antes no manejaba dinero, ni articulaba reuniones con congresistas y se encargaba de planear el país en el largo plazo y construir el Plan Nacional de Desarrollo cuatrienal.

El ‘Pacto por Colombia, pacto por la equidad’, nombre del gobierno del expresidente, Iván Duque, promovió que el presupuesto de inversión y su asignación, debía ser responsabilidad del DNP, un episodio que hizo reflexionar en su momento sobre el verdadero papel de una oficina creada por el expresidente, Carlos Lleras, con el objetivo máximo de pensar el Estado que se quiere; siempre ha sido la entidad encargada de formular políticas de largo plazo, con una particularidad importante: pensar y recomendar la distribución de los recursos para que las ideas del Presidente de turno se hagan realidad. El nivel técnico del DNP era muy bueno hasta hace unos años, hacía uso de herramientas como la del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) para la adecuada asignación de recursos y para que las políticas que se crean trasciendan a cada Presidente.

La llegada de experimentado economista de la Universidad Nacional, Jorge Iván González, a la entidad genera tranquilidad en lo que tiene que ver con recuperar su rol de planeación y subsana la improvisación del Gobierno Nacional con el primer nombramiento, pues muy a pesar de su probidad técnica, César Ferrari, colombiano por adopción, no estaba habilitado legalmente para asumir el importante cargo.

En muchos roles y funciones del Ejecutivo se puede experimentar, pues ministros, directores, superintendentes, entre otros, son fusibles que se deben cambiar cuando se queman o presentan fallas, menos el jefe de la Planeación Nacional, quien debe conservar su concepto de pensar el país para las próximas décadas. González es filósofo de la Universidad Javeriana, magister en economía de la Universidad de los Andes y doctor en economía de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica. Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional y director del Centro de Investigaciones; una formación superior que le ayudará a reducir la pérdida de tiempo que acumula la presentación del Plan de Desarrollo de Petro; según la Ley, tiene hasta el 7 de febrero (seis meses desde su posesión) para entregarlo al público.

El Gobierno Nacional ha identificado pilares fundamentales desde viejas campañas, palabras como “humana”, “paz”, “comunitario”, “renovables”, “regiones”, “educación” y hasta “vivir sabroso”, son conceptos que seguramente gravitarán al momento de rotular la hoja de ruta de Colombia entre 2022-2026. No se puede olvidar que en el pasado hubo planes de desarrollo muy bien estructurados y confeccionados que hicieron saltar el crecimiento del país, las exportaciones y la disminución de las precariedades; puntales como la exportaciones de flores o el subsidio de la vivienda de interés social, fueron hijos de planes de desarrollo, no es una tarea menor para un Gobierno Nacional disruptivo al ser la primera administración de izquierda. Dura tarea tiene González, confeccionar un plan distinto, pero financiable.

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