Editorial

Preocupante rezago en la entrega de resultados

<p>Es increíble que solo hasta el primer semestre de este año se vaya a conocer oficialmente cómo les fue a las empresas el año pasado</p><p>&nbsp;</p>

Mientras el Dane disminuye el tiempo de entrega de los resultados macroeconómicos, las superintendencias, que vigilan a las empresas, retroceden en la entrega de datos. Es muy preocupante que los resultados empresariales de la vigencia 2016 solo se conocerán a mediados del primer semestre de 2017, todo por la disculpa de que se darán a conocer bajo las Normas Internacionales de Información Financiera, Niif; una suerte de necesaria contabilidad global en tiempos de multilatinas, objetivo liderado por el International Accounting Standars Board, que busca “homologar la medición, presentación e información que las empresas deben revelar sobre las transacciones y hechos económicos que afectan a una empresa y que se reflejan en los estados financieros”. La disculpa es aceptada porque solo este año se podrán comparar los resultados empresariales, pues las normas Niif comenzaron a ser obligatorias en 2016, cuando el país empezó el camino de entrar a la Ocde, organismo que exige que los datos empresariales sean transparentes, avalados y comparados en cualquiera de las 35 economías más grandes. Es un imperativo para las empresas globales y modernas mejorar “la función financiera a través de una mayor consistencia en las políticas contables, obteniendo beneficios potenciales de mayor transparencia, incremento en la comparabilidad y mejora en la eficiencia. Entre otros podemos destacar”. Según la firma multinacional de contabilidad, Deloitte, las Niif permiten acceso a mercados de capital; transparencia en las cifras de los estados financieros; información consistente y comparable; mismo lenguaje contable y financiero; reducción de costos; herramientas para la alta gerencia en la toma de decisiones; modernización de la información financiera, y simplificación de la preparación de los estados financieros. Pero todo esto en Colombia se ha quedado en la teoría, pues este año a diferencia de los anteriores la Superintendencia de Sociedades, que compila el ejercicio financiero de los naturales y jurídicos, entregará los datos la primera quincena de junio, un retraso nunca visto. Pero si se miran las demás superintendencias como Transporte, Servicios Públicos, Salud, Solidaria o la de Subsidio, el desgreño es total, al punto que nadie sabe a ciencia cierta cómo les va a las empresas transportadoras, a los acueductos o a las EPS. Lo peor es que las empresas mismas prefieren pagar una multa insignificante por no presentar sus informes contables a tiempo en lugar de ser medidas y comparadas en una economía que pretende ser democrática y transparente como la colombiana. Es lamentable que las empresas prestadoras de salud, las cajas de compensación o las entidades que prestan los servicios públicos, en particular, no cumplan con los requisitos de entregar resultados, pero más lamentable es que a las superintendencias se las pasen por la faja.