Presidente a la vuelta de la esquina
sábado, 21 de mayo de 2022
La última semana antes de la primera vuelta presidencial debe servir para estudiar las propuestas económicas, mirar los equipos de los candidatos, pero sobre todo, para pensar
Editorial
De este domingo en ocho días, los colombianos habrán elegido el nuevo Presidente de la República, o por lo menos, a los dos aspirantes con más votos que deberán enfrentarse en una segunda vuelta el 19 de junio. Hace mucho rato que los partidos políticos tradicionales desaparecieron como ejes gravitacionales de las elecciones presidenciales, dándole paso a un sistema complejo de coaliciones de distintas mixturas ideológicas muchas veces contrapuestas o enfrentadas en el curso de la historia. Lo que sí se ha mantenido es una acentuada brecha entre nociones de derecha e izquierda, en donde gravitan los restos de los liberales, conservadores o verdes, pero más que de los viejos partidos, de expresidentes de la República activos y caciques regionales en vía de extinción.
Todo parece indicar, a la luz de las últimas encuestas publicadas por los medios, que el candidato de izquierda, Gustavo Petro, está en segunda vuelta y sería el más cercano a ganar en el primer round, situación poco probable si se parte de los votos que obtuvo en las consultas internas el pasado marzo, cuando no superó los cinco millones de seguidores; para convertirse en Presidente el próximo 29 de mayo, necesitaría acercarse a los 10 millones de sufragios, pues la Registraduría Nacional del Estado Civil ha habilitado a 38,8 millones de colombianos para votar, número que sería el imposible 100% de votantes; lo más real es partir de los 17,8 millones que participaron en las elecciones de marzo cuando se eligió el nuevo Congreso y se escogieron a los presidenciables de las distintas consultas. Así, unos 9 o 10 millones de votos sería la cifra que debe conseguir uno de los siete candidatos que aún sigue en la carrera por la Casa de Nariño.
El segundo candidato ungido por las encuestas es el exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, que ganó su consulta interna, ha recogido importantes aliados electorales y representa en la contienda las ideas de derecha social, política y económica. Y como es costumbre en las elecciones presidenciales locales, se ha abierto paso una amalgama de tercería, que alguna vez representaron Noemí Sanín, Antanas Mockus y Sergio Fajardo, esta vez encarnada en Rodolfo Hernández, exalcalde de Bucaramanga, lo más cercano a un outsider político colombiano, que con la única propuesta commodity de lucha frontal contra la corrupción amenaza con dar la sorpresa y llegar a la segunda vuelta de junio.
Las encuestas no deberían definir las elecciones en Colombia, tienen que ser las ideas de los aspirantes, sus propuestas, los equipos de trabajo, los planes de gobierno, eso debería regir el favor electoral en un momento en que el país necesita sellar la recuperación económica, luchar contra la inflación, generar más empleo para los más de tres millones de desempleados, pero sobre todo trabajar por sacar de la pobreza a más de 20 millones de colombianos; y eso no se consigue con cambios abruptos del modelo, una suerte de pacificación para volver a arrancar; se logra con el desarrollo en marcha del crecimiento económico, la disminución de las precariedades, el avance de todas las infraestructuras y el enfoque de un sistema sincronizado para satisfacer las necesidades crónicamente insatisfechas. Es una buena semana para preguntar, contrastar, leer y estudiar las propuestas, pero sobre todo para pensar en el futuro del rumbo nacional.