Profesores en protestas y sus alumnos rajados
martes, 18 de junio de 2024
La Ocde publica un estudio comparativo en el que los jóvenes colombianos también “pierden el año” en pensamiento creativo, en medio de una fuerte crítica a la calidad de sus maestros
Editorial
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ocde, define que “el pensamiento creativo son procesos cognitivos necesarios para llevar a cabo un trabajo creativo. Se trata de una competencia clave de evaluación en el contexto del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes, Pisa, ya que es una capacidad individual que puede desarrollarse a través de la práctica y que todo el alumnado puede demostrar en contextos cotidianos”.
El tema se trae a colación porque la Ocde acaba de liderar el último ranking mundial en el que Colombia se vuelve a rajar con sus jóvenes estudiantes; todo en medio de un momento de crispación entre los educadores y el Gobierno Nacional por las necesarias reformas que experimenta el sistema educativo.
Mientras los profesores protestan, destruyen y gastan importantes recursos públicos, sus estudiantes vuelven y se rajan en las competencias internacionales. El pensamiento creativo de los jóvenes se está comparando cada vez más, ya se hace con sus habilidades en ciencias, matemáticas y lectura, y en todos los cuatro frentes los resultados son muy malos, ubicando a Colombia en los últimos lugares, situación que no pareciese importarles a los profesores que siguen sin dejarse medir, sin profundizar más sus conocimientos, y lo peor de todo, sin interés por mejorar sus roles y funciones determinantes para la Colombia del mañana.
Argumentan países -a través de sus ministerios de Educación- y la misma Ocde que “la creatividad ha hecho avanzar la cultura y la sociedad humanas en diversos ámbitos, desde las ciencias y la tecnología hasta la filosofía, las artes y las humanidades. Las organizaciones y sociedades de todo el mundo dependen cada vez más de la innovación y la creación de conocimiento para hacer frente los desafíos emergentes, lo que hace urgente atender la innovación y al pensamiento creativo. Contrariamente a lo que algunas ideas arraigadas afirman, todos los individuos tienen el potencial de pensar de forma creativa. El pensamiento creativo es una competencia observable, basada en el conocimiento y la práctica, que ayuda a las personas (y a los grupos) a lograr mejores resultados, especialmente en entornos restringidos y que plantean desafíos”.
Apoyar el pensamiento creativo de los estudiantes colombianos es un imperativo si se quiere que el país dé un salto del subdesarrollo al mundo de avanzada; las políticas educativas y las pedagogías son fundamentales para lograrlo, pero primero los profesores, educadores, docentes o maestros deben ser conscientes de ello. Son clave nuevas herramientas de medición que puedan analizarse para mejorar cada proceso.
Los maestros siguen con las mismas técnicas educativas del siglo XIX, sin enfrentar ni la cuarta ni la quinta revoluciones industriales; siguen enseñando como hace 200 años, lo que está dejando atrás a las nuevas generaciones de colombianos. La muestra es que en pensamiento creativo el país ocupa la posición número 28 en un listado de 64 países; similares de la región como México, Chile, Panamá o Costa Rica, avanzan en un mundo en donde los jóvenes quieren ser inmigrantes e ir a competir con sus pares globales.
No pueden ser tan ciegos los profesores de aferrarse a sus privilegios y al mismo tiempo no velar por el desarrollo de sus alumnos. La gran revolución social comienza por una educación de calidad.