Editorial

Propuestas indecentes de los petroleros

<p>El Gobierno debe hacer respetar la seguridad jurídica y no caer en la fuerza de los lobistas petroleros que no quieren pagan impuestos.</p>

Las empresas petroleras le han hecho llegar al Gobierno Nacional y han comunicado oficialmente a los medios que necesitan ayudas para poder seguir en el negocio y generando empleo y bienestar a las comunidades en donde operan. Piden, entre otras cosas, que se les alivie la carga de impuestos, que se les afloje en el pago de regalías y que el país entero sea consciente de su situación como consecuencia de los precios bajos del crudo en los mercados internacional.

Es una propuesta muy indecente desde todo punto de vista y se alinea con la cultura de muchos gremios colombianos que lo único que saben es pedir, pero no dar o ayudar a construir un país sano en el sistema tributario.  Mucho se criticó a los bancos cuando lograron imponer el impuesto del 4 por mil, que ahora critican, para que pudieran salir de la crisis bancaria de finales de los años 90. Siempre se acude al erario público cuando la situación privada va mal, pero nunca se toca el bolsillo de varios sectores privados cuando las cosas van muy bien. ¿Por qué las empresas petroleras ahora piden menos impuestos y alivio en las regalías argumentando una mala situación, cuando vivieron un boom de precios altos de commodities y no dieron más de lo legal?

Lo más paradójico es que los petroleros son quienes más piden seguridad jurídica para sus inversiones, cosa que es un pilar institucional, pero debe ser de doble entrada, las normas deben ser las mismas cuando ganan y cuando pierden. ¿Por qué con impuestos de todos los colombianos debemos aliviar la situación de los precios internacionales del crudo? Lo que están pidiendo se sale de toda sensatez económica y no hay conciencia de que el país exige una reforma tributaria estructural libre de exenciones y de gabelas a los gremios todopoderosos. No hay ninguna razón de peso para que el Estado entre a salvar empresas petroleras cuya labor en el país es muy importante, pero no ha ido más allá de lo legal: pagamos impuestos y listo.

Lo que falta es que impongan un nuevo ministro de Minas y Energía que llegue a esa cartera a hacerles el juego político y de lobby en el Congreso para que todos los colombianos terminemos ayudándoles a pagar impuestos y aceptando que no paguen las regalías que pactaron. Ahora bien, si amenazan con irse del país y no volver a invertir -como entre pasillos lo rumoran- pues tendrán que devolver campos y operaciones a Ecopetrol o a la Agencia Nacional de Hidrocarburos, quienes deben tener esas reservas o proyectos quietos hasta que mejoren los precios internacionales. El país no debe dejar pasar esas propuestas indecentes e inapropiadas. Las petroleras que tanto reclaman seguridad jurídica deben pagar impuestos como todas las empresas y no acudir al Gobierno para que les lance un alivio tributario. Es aquí donde las instituciones deben estar por encima de los lobistas.