Editorial

Prudentes a la hora de hacer el presupuesto

<p>Hay serios nubarrones sobre el desempeño económico del año nuevo, hay que mirar la prospectiva para evitar tropiezos.&nbsp;</p>

En los últimos años, la economía ha experimentado un importante avance y sus indicadores, tanto en los agregados macroeconómicos como sociales, tienen un buen balance. El crecimiento del PIB, la baja inflación, la estabilidad en las tasas de interés, la reducción significativa del desempleo y la menor pobreza e indigencia, comprueban ese buen momento. Factores externos antes que internos han tenido la mayor responsabilidad en esos resultados, en particular los altos precios de las materias primas y el sorprendente crecimiento de la economía china que con altas tasas ha generado cambios radicales y dramáticos en la estructura de la economía mundial.

El panorama de corto plazo de lo que está ocurriendo en el mundo tendrá un impacto importante en nuestro país y en esos términos hay que llamar la atención para poner la máxima atención y evitar así sorpresas. Hay variables que han cambiado totalmente sus tendencias de corto plazo, lo cual es especialmente válido en los precios internacionales del petróleo, la caída en la demanda por parte de China, pues su crecimiento esperado estará más sobre 7% que 10% y el nuevo enfoque de la política monetaria de Estados Unidos.

La situación externa impactará al crecimiento de la economía colombiana en 2015, que el Banco de la República acaba de estimar más cerca de 4% que de 5%; el sector externo local sentirá la menor demanda del exterior con lo que se resentirán los ingresos por exportaciones. Por un lado, el petróleo que genera 50% de los ingresos no tendrá los precios del pasado y en segundo término, un aumento de la tasa de interés en Estados Unidos como consecuencia de la corrección de la política monetaria de la Reserva Federal, impactará en una menor entrada de capitales y por el contrario se dará una salida por la mayor rentabilidad afuera.

Pero ahí no paran las preocupaciones. Resulta que cada día es más evidente la delicada situación fiscal que deberá enfrentarse por la vía de un aumento en los recaudos, esto es, afectando el bolsillo de los contribuyentes. La laxitud en el gasto público en los últimos años se pagará en el corto plazo, así como los menores precios del crudo, que el gobierno proyectó en US$98 por barril, cuando en realidad se está hablando de US$80. El menor gasto que deberá hacer el gobierno afectará de alguna manera el crecimiento económico.

En las proyecciones para el año nuevo, las empresas deben incluir en sus análisis lo que está ocurriendo y en consecuencia tomar las medidas para evitar que el impacto sea mayor. No es para asustarse, pero sí para ser prudentes y austeros, como primera estrategia para enfrentar el cambio en las condiciones económicas.