Editorial

Que todos ganen en el pulso por el mínimo

El país económico se la juega en la discusión del salario mínimo para 2018, en la que debe primar el sentido común más que la política

Editorial

Con el dato de productividad calculado por el Departamento Nacional de Planeación aparece en la ecuación de la discusión del salario mínimo para el próximo año, uno de los datos más importantes, que al lado de la inflación causada que levemente superará 4% y la esperada para los siguientes 12 meses de 3% son los ingredientes base para saber el aumento salarial de dos millones de colombianos.

Y es que la discusión de la remuneración mensual más baja tiene un problema semántico, incluso de teoría del discurso, pues cuando se plantea un cruce de ideas de algo rotulado “mínimo” la pelea se trasladará al máximo. Quiere decir esto que una de las cosas pendientes en términos de salario mínimo es rebautizar un ejercicio laboral, económico y político que adelantan los empresarios, a través de los gremios; los trabajadores, representados en los sindicatos; y arbitrado por el Ministerio de Trabajo. A lo que históricamente se le ha llamado fuerzas tripartitas.

La productividad se calcula con base en la producción total de la economía sobre los factores utilizados. Lo que quiere decir que se tienen en cuenta cifras de crecimiento económico, desempleo, inversión, salarios pagados, venta y construcción de vivienda, inventarios agrícolas entre otras variables que mide el Departamento Administrativo Nacional de Estadística cada mes.

Históricamente la productividad ha estado por debajo de 1%. En el segundo gobierno de Juan Manuel Santos, la cifra para 2017 fue de 0,5%; la de 2016 fue negativa (-0,5%); en 2015 fue 0,8% y 2014 inició con 0,73%. Pero la productividad no es el único ingrediente de la fórmula del mínimo, el otro y, tal vez el más esperado, es el de la inflación.

En los debates del mínimo el Gobierno ha usado la inflación causada y la esperada según conveniencia de las partes de la mesa. Por ley el salario mínimo no puede subir por debajo de la inflación causada en el año que termina, pero no se fija cuándo puede ser usado el dato del IPC causado o el esperado para el siguiente año. Hoy en día se tiene que la inflación con la que cierre 2017 estaría en 3,9% según sondeo con analistas financieros, y la proyección para el próximo año del Banco de la República es de 3% aunque para los analistas es de 3,49%.

Entre estas dos cifras (inflación y productividad) estará el incremento del mínimo para el próximo año, variable que cobra importancia porque también condiciona los aumentos de las multas de tránsito, peajes, copagos de los servicios de salud, el Soat, aportes a pensión, entre otras.

La puja por ahora está entre un máximo de 12% que piden los sindicatos y un discurso gremial que apunta a que se suba un punto por encima de la inflación, pues hasta ahora los empresarios no se han casado con un cifra. Si se tiene en cuenta una inflación causada de 3,9% y una productividad de 0,5%, el aumento del mínimo sería de 4,4%, que en términos reales significa un aumento de $32.459.

Así, los dos millones de colombianos que se creen ganan el mínimo recibirían el próximo año $770.176 mensualmente, cifra que dejaría otra vez descontentos a los sindicatos quienes en el transcurso de la historia siempre han perdido la batalla del salario mínimo, pues el ajuste ha estado más cerca de la propuesta de los empresarios que la de los trabajadores.

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Salario mínimo 2018 - Productividad