Reficar, la otra que no se debe marchitar
miércoles, 28 de agosto de 2024
La semana pasada el epicentro de la noticia económica estuvo en ISA, ahora es Reficar, lo que dicta la importancia de las compañías satélites de Ecopetrol, otra joya a proteger
Editorial
Colombia es de los pocos países de la región que cuenta con una moderna compañía pública de refinación de petróleo. Se trata de Refinerías de Cartagena, Reficar, una compañía subsidiaria de la estatal Ecopetrol, que no solo es una de las más modernas del continente, sino de las más grandes en capacidad de transformar crudos en gasolina y diésel.
Hasta hace poco, la capacidad de la Refinería era de 150.000 barriles por día, desde el año pasado se superó la cifra de 200.000 barriles y este año se acerca a 220.000 barriles; de esos se procesan los 40.000 barriles en promedio que demanda la industria aeronáutica y que ha estado en entredicho las últimas jornadas. Es uno de los mejores negocios que tiene Ecopetrol: El año pasado tuvo un Ebitda de US$967 millones y una utilidad neta de US$499 millones.
Con los márgenes actuales, y sobre todo por la capacidad para producir más gasolina y más diésel, cerrará el año con una cifra muy superior. Todas las fuerzas vivas de la economía deben proteger la actividad industrial de Reficar, no solo por seguridad energética, sino por los dividendos que le representa a las arcas nacionales.
El país no es autosuficiente en gasolina e importa entre 40.000 y 50.000 barriles diarios con costos enormes que bien podrían sustituirse con una mejor gestión y con el foco de ser independientes. Comprar en el exterior 100.000 barriles de gasolina diaria pueden costar más de US$3 millones al día y la situación actual no aguanta tales montos, máxime cuando Colombia no solo es rica en petróleo, sino que cuenta con dos refinadoras, la otra es la de Barrancabermeja.
Hay situaciones muy asimétricas, mientras la región Caribe es autosuficiente en gasolina, el interior del país no lo es. Uno de los retos que tiene Ecopetrol. El otro desafío, no menor y muy en consonancia de lo que busca este Gobierno son los combustibles limpios.
La gran apuesta de Reficar es generar 204 megavatios de energías renovables, esto es fotovoltaica, eólica y biomasa. También producir 10 millones de pies cúbicos por día de hidrógeno verde. Debe empezar a producir metanol, que es capturar el CO2 de la biomasa para reconvertir todos sus procesos. En términos jurídicos, a Reficar le ha ido muy bien, tras su oscuro pasado de sobrecostos, demandas y tribunales de arbitramento.
Reficar ganó un dinero por un fallo a su favor superior a US$1.000 millones más intereses, lo que se convierte en una gran entrada que debe ser reinvertida. Se pasó de ser el mayor escándalo de corrupción por los sobrecostos, al mayor éxito jurídico empresarial en la historia de Colombia. Reficar es una de las empresas, sino la más estratégica de la red industrial local y debe protegerse de muchos intereses de desestabilización del mercado nacional.
La junta directiva de Ecopetrol, el CEO de la compañía pública, su alta gerencia y todos los gerentes de las demás subsidiarias deben salvaguardar los intereses de todos los colombianos de los sabotajes internos, la pérdida de competitividad, pero, sobre todo, de los intereses políticos. La semana pasada la noticia económica giró en torno a ISA, esta vez es Reficar, seguramente más adelante puede ser otra de las grandes compañías de la estatal petrolera, lo que habla por sí solo de todo lo que puede estar ocurriendo tras bambalinas.
Proteger todas las empresas públicas, incluso de los mismos cuentos nacionalistas, es un deber de sus actuales directivos.