Editorial

Regalías: ¿regreso a la ineficiencia?

<p>Todo parece indicar que el esquema original de la mermelada para todas las regiones está amenazado por los corruptos.</p>

Siempre se ha cuestionado la ligereza con que se proponen leyes y se aprueban, pero hay un caso especial: no han transcurrido tres años de expedirse el acto legislativo que modificó el esquema de distribución de las regalías por la explotación de los recursos naturales no renovables, cuando ya se anuncia una modificación, lo que implicaría nuevos cambios a la Constitución. El nuevo esquema fue argumentado bajo la premisa que se requería más equidad en la distribución, en el entendido que los recursos son de todos, se necesitaba un mayor control en su asignación y generar mecanismos de ahorro para atender situaciones de dificultad cuando los recursos se hagan escasos. Finalmente, el Congreso le dio ocho discusiones a la reforma y esta fue expedida a finales de 2011.

Resulta que ahora, el mismo gobierno en cabeza del ministro de Minas dice que con el nuevo sistema se están presentando muchos traumatismos, el principal es que con la redistribución de las regalías, municipios y departamentos productores se vieron afectados al ver menguados sus ingresos. La pregunta que surge es ¿no era esto lo que se quería para ganar equidad en términos regionales?

Es y era evidente en su momento que las regiones productoras no iban a aceptar una disminución de los recursos para que se destinaran a otras regiones. Resulta que ahora es ese el problema que se debe solucionar: compensar los menores recursos, argumentando descontento e inconformidad en las regiones donde operan empresas que extraen los recursos mineros e hidrocarburos. Y ese malestar que se está viviendo en las regiones productoras se manifiesta a través de paros y bloqueos, con tutelas y demandas.

Quedan muchas dudas sobre lo que se pretende hacer: ¿se recortarán los dineros a los departamentos no productores que fueron incluidos en la reforma para compensar a las zonas donde están los yacimientos? ¿La compensación la asumirá el Estado con el presupuesto? ¿El desfase estará a cargo de las empresas que realizan la operación por la vía de nuevas cargas? En los términos anteriores, todo indica que la reforma a las regalías no quedó bien hecha o la presión de las zonas productoras están ganándole la partida al Estado que defendía un modelo más justo en la distribución de las transferencias.

La experiencia del pasado, cuando las regiones productoras se llevaban la mayor  tajada, no fue la más alentadora, en el entendido que los casos de malos manejos y corrupción producían rabia y desconcierto y resultaría triste tener que regresar a ese esquema. Nadie explica, por ejemplo, por qué las regiones petroleras o mineras son las que presentan indicadores mediocres y la pobreza es más alta que en otras zonas que no tienen esos privilegios de presupuestos.