Editorial

¿Se bajaría el sueldo por más empleos?

La recomendación del FMI para España es una medida extrema para generar empleo, pero siempre estará en la agenda glob

La recomendación del FMI para España es una medida extrema para generar empleo, pero siempre estará en la agenda global
Las recetas económicas del Fondo Monetario Internacional, FMI, siempre son duras y en algunas ocasiones extremas. La banca multilateral le aconsejó al gobierno español un pacto social en el que los empresarios se comprometan a elevar la contratación a cambio de recortes salariales, que en los modelos del organismo serían de 10% en dos años. Esas medidas deberían ir acompañadas de una reducción de los impuesto parafiscales, de las contribuciones de las empresas a la seguridad social y de un aumento del IVA, todo esto en el lapso de dos años después de los recortes salariales.
También pide “mejorar la dinámica del mercado de trabajo para reducir el desempleo, que se calcula que se mantendrá por encima del 25% hasta 2018 (...) Aumentar la flexibilidad interna, reducir la dualidad del mercado laboral y mejorar las políticas laborales activas”. Para todo esto, el FMI sugiere un diálogo social entre sindicatos y empresarios. La justificación técnica de estas medidas tiene que ver con que los salarios puedan responder mejor a la situación económica con mas flexibilidad, algo que podría requerir “una profunda reforma de la negociación colectiva (...) Un compromiso de los empleadores a aumentar la contratación a cambio de que los sindicatos acepten una reducción de salarios (...) Además de incentivos fiscales en forma de recortes inmediatos en contribuciones a la seguridad social”.
¿Y qué tal que la economía nuestra estuviera como la española, y el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional le recomendaran esa receta a nuestro Gobierno? ¿Se bajaría usted el salario para que más colombianos pudieran tener trabajo y nuestras empresas fueran más competitivas a nivel global? Las respuestas individuales no son fáciles, y seguramente los intereses particulares prevalecerían sobre los generales. El problema de España no es solo la poca flexibilidad que tienen sus autoridades para tomar decisiones fiscales y monetarias, sino la tasa de desempleo, que es de las más altas del mundo. Cinco o seis millones de desempleados es una gran multitud de personas insatisfechas y decepcionadas, no solo con sus gobiernos de turno, sino con la misma Unión Europea que se les vendió como la panacea a sus problemas de desarrollo.
Las recetas del FMI para España siempre llegan a los oídos de las economías emergentes cuando se habla de competitividad para las exportaciones, e incluso se ha escuchado recientemente que el salario mínimo en Colombia es alto y que bien se pudiera rebajar o hacer sectoriales para poder competir en mano de obra con otros subdesarrollados. La pregunta es chocante, pero tiene un alto contenido social: ¿se bajaría el salario para que otros tengan también trabajo? Para dar un paso de esa magnitud, se necesita el compromiso social del que habla el FMI.