Editorial

¿Se recalentó la economía colombiana?

El Banco Mundial enciende las alarmas sobre un eventual recalentamiento de la economía. ¿Cómo evitarlo?

¿Cómo se sabe cuando una economía está recalentada? The Economist tiene en cuenta seis indicadores: inflación, desempleo en relación con el promedio de los 10 últimos años, crecimiento del PIB en relación con su tendencia, exceso del crédito (que surge de restar a la expansión del PIB nominal la de los préstamos bancarios), tasa de interés real y la previsión que se haga acerca de la posibilidad de cambio en la cuenta corriente. Esos son los ‘relojes de control’ para saber si una economía de un país está creciendo por encima de su verdadero potencial. Colombia tiene cuatro de los seis indicadores en rojo, lo cual enciende las alarmas.
El pasado jueves, el Banco Mundial advirtió que la economía colombiana se encontraba entre las posibles recalentadas. El comentario cayó en tierra fértil, pues al mismo tiempo el Ministerio de Hacienda revisaba a la baja la tasa de crecimiento para este año, bajándolo de 4,8% a 4,5%. La banca multilateral cree que nuestro país no pasa de 3,9%. Una afortunado debate académico, pues este próximo jueves se conocerá oficialmente el crecimiento de la economía entre enero y marzo. Las apuestas son inferiores a 3%, mientras que los más pesimistas hacen cuentas con 2,5%.
Si bien la capacidad productiva está en condiciones de seguir el ritmo de la demanda agregada, nuestra tasa de crecimiento sigue siendo alta si se compara con otros mercados emergentes y los países del vecindario. Y hay que tener en cuenta que llevamos varios periodos de crecimiento económico sostenido, lo que siempre conlleva a un recalentamiento. El consumo empieza a repuntar de nuevo al finalizar este semestre y las importaciones, a pesar de la devaluación del peso, están creciendo por encima de las exportaciones.
“Según estimaciones del Banco Mundial, Colombia es una de las economías emergentes que tiene una brecha de producción positiva (es decir, el nivel del PIB está por encima del PIB potencial). Si continúan creciendo a este ritmo, podría enfrentar limitaciones de capacidad de crecimiento (sobrecalentarse), lo que podría dar lugar a una mayor inflación y/o deterioro de los saldos en cuenta corriente”. Este mensaje es concluyente para el Banco de la República que deberá ponerle fin a su política expansionista, tal como lo han hecho sus emisores colegas de países como Chile y Perú.
El segundo semestre del año, que empieza su conteo regresivo hacia 2014 en pocas semanas, será definitivo para saber a ciencia cierta qué está pasando con el aparato productivo nacional y cómo sigue la tendencia del consumo, sector que se ha convertido en un pilar fundamental para el crecimiento sostenido, que es poco, pero sólido en el tiempo.